Honorables lectores;
Después de un fin de semana largo en el que se celebró La Gritería, una de las tradiciones religiosas y culturales más importante del país, obviar la realidad es impensable, más cuando estamos en el cierre de uno de los años más adversos de nuestra historia y nos enfrentamos a varios desafíos para tratar de avanzar en medio un panorama cada vez más inhóspito.
Covid-siones
El martes 9 de septiembre, la portada de La Prensa Libre de Guatemala retrató el drama que se vive en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) del país, mientras un rebrote sofoca a las potencias como Alemania (en donde la cifra de la última semana supera las 500 muertes diarias por Covid-19) y los Estados Unidos de América (país que registró 7,631 muertes en los últimos tres días). Pese a que cada vez es más palpable la llegada de la tan esperada vacuna, confiarse de este acontecimiento podría ser un error fatal. En el caso de Nicaragua, lo único seguro para el país es la llegada de más incertidumbre.
El Gobierno de Daniel Ortega ha mostrado que su única intención respecto al manejo de la pandemia es obtener beneficios económicos a través de prestamos y/o donaciones otorgadas por organismos multilaterales. Un ejemplo claro es el cobro masivo de las pruebas PCR y de la vacuna contra la fiebre amarilla, insumos médicos que deberían ser de carácter público y gratuitos, pero que al día de hoy tienen un costo de USD$ 150 y USD$ 30 dólares, respectivamente, y se encuentran bajo el control total del Estado. Es por eso que cualquier noticia respecto a la vacuna contra la Covid-19 alimenta la intranquilidad de su aplicación, mientras se pone en riesgo la vida de millones de nicaragüenses.
Elecciones
El año electoral en Nicaragua ya está en marcha. Los recientes comicios de Venezuela, en donde la oposición perdió el único espacio que le quedaba, sirvieron como insumo para el análisis de algunos grupos opositores nicaragüenses, quienes han acudido a la voluntad del Gobierno para que se den las ansiadas reformas electorales, y tal vez así definir algunas estrategias de cara a su participación.
Pese a que en el 2018 se hablaba de elecciones anticipadas como única salida a la actual crisis, al cierre de este año ningún grupo opositor deja claras sus intenciones. El incipiente discurso es derrotista, y está incentivado por la fragmentación que ha causado la "búsqueda de la unidad". Por otro lado, la maquinaria del Gobierno solo se prepara para "lo que tengan que hacer".
En el 2021 también habrán comicios en otros países centroamericanos: en El Salvador, el 28 de febrero se renueva la Asamblea Legislativa y 262 alcaldías; en Honduras, el 28 de noviembre habrá Elecciones en todos los niveles. Ambos países celebran desde ya sus procesos, desde elecciones internas, debates y campañas. Mientras que en Nicaragua, los actores políticos no pueden salir de sus viviendas, los opositores por el nivel de persecución, y el Gobierno, que busca su octava candidatura, carece de condiciones físicas.
Gritería
El mundo entero, sin excepciones, es víctima de una pandemia que lo ha cambiado todo. En Nicaragua, la Covid-19 es solamente un ítem más entre las vicisitudes que aquejan a la sociedad: una crisis de derechos humanos prolongada, dos huracanes que dejaron a miles de personas en la intemperie, una crisis económica profunda, un aumento en el nivel de la pobreza, entre otras.
En la reciente celebración de La Gritería, durante uno de los contextos más anormales y difíciles en la historia reciente del país, los gritos no fueron de alegría sino de clamor, un clamor que proviene de lo más recóndito, de los lugares marginados en donde se lucha día con día para sobrevivir. Los gritos son de las madres que esperan justicia, de las personas privadas de su libertad por pensar distinto, de quienes no dejan de recibir torturas, de las familias que no pueden salir de la pobreza. ¿Cómo quiere usted celebrar La Gritería de 2021?
Comments