Con una promesa optimista de crecimiento del 3.8 % en el Presupuesto General de la República de Nicaragua para el año 2024, el régimen del sandinista Daniel Ortega quiere invertir más en educación, infraestructura y programas sociales contra la pobreza. Recaudar más dinero también es la meta para el siguiente período fiscal. Mucho del efectivo que se buscará invertir proviene de la cooperación internacional, a pesar del aislamiento de la administración orteguista, con millonarios acuerdos con China de por medio.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
El pasado jueves 19 de octubre, el ministro de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua, Iván Acosta, presentó ante la Asamblea Nacional el proyecto de Presupuesto para el año 2024. Este documento revela importantes detalles sobre la economía y las políticas fiscales del régimen de Daniel Ortega, así como su visión a largo plazo. Con ingresos proyectados de 163,352 millones de córdobas, el presupuesto marca un hito en la política económica del país. El proyecto presupuestario estima un aumento significativo en los ingresos en comparación con el año 2023. Para 2024, se espera recaudar un total de 138,634 millones de córdobas, lo que representa un aumento de 28,000 millones de córdobas con respecto al presente año. De este monto, el 92 % proviene de impuestos, destacando la importancia de la tributación para el sostenimiento del presupuesto.
El aumento de los ingresos fiscales es impulsado por una tasa de inflación promedio proyectada del 4.5 %. Además, se contempla un ajuste salarial del 5 % para las y los trabajadores del Estado, lo que contribuirá al crecimiento de los ingresos tributarios, según el oficialismo. En ese sentido, un aspecto interesante es que, por tercer año consecutivo, el régimen planea gastar menos de lo que recauda. En 2024, el gasto previsto es de 133,805 millones de córdobas, lo que resulta en un superávit de 5,884 millones de córdobas después de considerar las donaciones. Esto equivale al 0.9 % del PIB y sigue una tendencia que comenzó en 2022 con un superávit de 7,447.7 millones de córdobas.
Esta acumulación de superávit en los últimos años resalta la prudencia fiscal que el régimen ha mantenido, permitiéndole aumentar los recursos disponibles para la inversión social, el Estado y la infraestructura productiva. Además, actividades como el turismo, las remesas familiares y la construcción han experimentado un crecimiento exponencial, contribuyendo a un aumento en las reservas internacionales y las exportaciones.
Prioridades del Presupuesto
El ministro Acosta enfatizó que el presupuesto de 2024 está enfocado en prioridades clave, que incluyen la salud, la educación, la lucha contra la pobreza y la inversión pública. Se destaca que el 37.5 % del gasto social se dirige a la educación y la salud en todo el territorio, con inversiones proyectadas de 26,000 y 24,000 millones de córdobas, respectivamente.
El presupuesto también destina un 61 % de los recursos a la lucha contra la pobreza, con un total de 81,758 millones de córdobas, combinando recursos internos y externos. Otras áreas importantes incluyen el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), transferencias municipales, servicio de deuda y universidades.
El presupuesto de 2024 se basa en una combinación de fuentes de financiamiento externo. Se espera obtener 20,001 millones de córdobas en préstamos, de los cuales 14,156 millones provienen del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Además, se cuentan con 1,054 millones de córdobas en donaciones, en su mayoría de la Unión Europea (UE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Para complementar estos recursos, se prevé la colocación de Bonos de la República por un total de 3,662 millones de córdobas (equivalentes a cien millones de dólares).
Inversión pública y perspectivas de crecimiento
Un aspecto destacado es el Programa de Inversión Pública (PIP) proyectado para 2024, que asciende a más de 51,000 millones de córdobas. Este monto representa un aumento significativo en comparación con años anteriores y se destina a proyectos de infraestructura, como la expansión de carreteras, puentes, energía, educación y salud. El ministro Acosta mencionó que el país centroamericano ha experimentado un notable crecimiento en exportaciones y la inversión extranjera, lo que ha contribuido a una transformación económica, a pesar de la crisis humanitaria, política, democrática y de derechos humanos.
Además, se anticipa que la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con la República Popular China en enero de 2024 abrirá nuevas oportunidades de mercado, con un potencial de más de 1,400 millones de consumidores.
En cuanto a la distribución de recursos, el Ministerio de Salud (MINSA) y el Ministerio de Educación (MINED) reciben las partidas presupuestarias más importantes, con 23,356 y 17,214 millones de córdobas, respectivamente. El MTI también recibe una asignación significativa de 13,922 millones de córdobas. Sin embargo, se destaca que estas asignaciones aún están por debajo del 10 % del presupuesto de egresos que la Constitución prescribe para estos sectores.
El ministro Acosta intentó explicarle a la Asamblea Nacional la "visión estratégica para el desarrollo económico de Nicaragua" del sandinismo. Mencionó planes de inversión en proyectos de infraestructura, como el puerto de Bluefields, el aeropuerto de Punta Huete, ferrocarriles y riego masivo. Además, se resaltó el objetivo de alcanzar exportaciones que superen los 10,000 millones de dólares y una inversión extranjera que supere los 2,500 o 3,000 millones de dólares.
El presupuesto nacional para el 2024 de Nicaragua presenta un aumento significativo en los ingresos fiscales y destaca la continuidad de una política de prudencia fiscal que ha permitido la acumulación de superávit en los últimos años para las arcas del Estado y las instituciones gubernamentales.
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