La lluvia no ha detenido a las mujeres trans y cisgénero reunidas en el parque central de San Pedro Sula para recordar que hoy es el Día Internacional de la Mujer. Según sus propias palabras, no están “celebrando”, sino pidiendo justicia para las mujeres maltratadas y asesinadas en Honduras.
San Pedro Sula, Honduras
Para manifestarse, las hondureñas congregadas en el centro sampedrano queman madera sobre los adoquines rojizos del parque y gritan consignas en megáfonos y a viva voz.
También levantan carteles multicolores con mensajes contra las políticas estatales que las han olvidado o que perjudican directamente a las mujeres del país. Una de esas políticas perjudiciales es el reciente proyecto de ley que condena absolutamente el aborto con penas de cárcel y elevadas multas.
"Despenalización del aborto. Ni delito ni pecado. ¡Mi derecho es una deuda del Estado!" se lee en el principal cartel rosado que varias mujeres sostienen bajo la llovizna.
"Recordamos este día porque el Estado no nos reconoce", dice la activista trans Viena Ávila, quien se ha presentado al parque con un pequeño grupo de mujeres trans. "Y por tantas muertes que se deben al simple hecho de ser mujeres".
El colectivo presente hoy ha puesto en el suelo varias filas de zapatos para simbolizar las mujeres trans y cisgénero que han muerto violetamente en los últimos años. Debajo de cada zapato hay un recuadro de cartulina con el nombre de la mujer asesinada.
"Las trans día a día luchamos por reivindicar nuestros derechos como mujeres. Somos las voces de muchas compañeras que ya no están. Nos identificamos por los zapatos de muchas de ellas que han puesto aquí. Muchas de nuestras compañeras trabajadoras sexuales ya no están con nosotras", agregó Viena Ávila.
Para reclamar tanto por la ineptitud investigativa del Estado como por los crímenes cometidos supuestamente por elementos estatales contra trabajadoras comerciales del sexo, mujeres trans y cisgénero, las activistas prendieron una fogata con leños.
Una de las mujeres trans reclama en voz alta mientras tira en el fuego cartulinas con las cuales quema simbólicamente al "narcoestado" encabezado por el mandatario Juan Orlando Hernández y el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva. Hernández ha sido señalado por la justicia estadounidense por supuestas relaciones con narcotraficantes. Entretanto, su hermano Antonio "Tony" Hernández afronta desde 40 años de cárcel a prisión perpetua por delitos relacionados con el narcotráfico.
Por otra parte, el congresista y hoy candidato a presidencia por el derechista Partido Nacional, Mauricio Oliva, es conocido por sus mensajes homofóbicos pronunciados en público en concentraciones políticas.
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