Por mucho, es momento de entender que las y los salvadores somos nosotros; nuestra colectividad, y una visión que nos involucre a todos. Nadie está exento de las consecuencias, pero sí de participar o no en las soluciones. Apostemos por resolver.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua

La segunda administración del nacionalista y proteccionista Donald Trump está trazando una línea divisoria más marcada y profunda que nunca con Centroamérica. Sus decisiones y discursos recientes envían un mensaje claro: Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) no debe asumir ni asumirá la responsabilidad de los problemas económicos, políticos, sociales, de salud, educación e institucionalidad que afectan a la región. Esto no es solo una declaración política, una medida de ahorro o una postura vacía, sino un giro drástico, bien pensado -aunque para mal-, en la relación histórica entre ambas partes, con nosotros perdiendo más, si no hacemos nada.
Las cifras y acciones hablan por sí solas. Más de 720,000 centroamericanos enfrentan órdenes de deportación en EE.UU., ya unos 5,000 de ellos aterrizaron en suelo guatemalteco, hondureño, salvadoreño y hasta mexicano -las y los nicaragüenses-, mientras que la eliminación de zonas seguras para migrantes hace cada vez más inminente su retorno masivo en aviones militares, con el empleo informal predominando y la inversión disminuyendo. La cooperación internacional en América Latina también se tambalea, con Washington dejando un vacío (de al menos 25 mil millones de dólares solo para Centroamérica) que difícilmente se llenará sin una estrategia regional efectiva. A esto se suma la propuesta de retener a 30,000 migrantes en Guantánamo, una medida que evoca tiempos oscuros del pasado, muy reales en el presente, y subraya la postura inflexible de la nueva administración.
El mensaje de Trump es un baño de agua fría: el destino de Centroamérica depende de Centroamérica. Ante esta realidad, la región tiene dos caminos: lamentarse por la falta de apoyo o asumir el ahora y su futuro con determinación, con planes de contingencia, con programas encabezados por los Estados, la empresa privada y el tercer sector como gran representante de la ciudadanía, a falta de instituciones solidas. No es momento de esperar soluciones externas, sino de fortalecer -o construir de una vez- los cimientos desde adentro, con nuestra propia innovación, respondiendo a nuestros propios conflictos y dilemas, impulsando arte, aprendizaje y libertades. Progreso, evolución y ciencia.
Resolver cada problema, uno por uno, exige una transformación integral, transparencia, prioridades e involucramiento de la mayor cantidad de personas e instituciones posibles, desde la Policía hasta los agricultores, o los Poderes Legislativos. Desde los gobiernos hasta las empresas privadas, desde las grandes fortunas hasta cada ciudadano en las grandes ciudades de Centroamérica, o en los pueblos menos poblados; todos deben asumir su rol en la construcción de una vida más sostenible. La política, las posturas y la toma de decisiones debe dejar de ser una lucha de narrativas ideológicas, campos de quien gana más o quien grita más fuerte, para convertirse en un espacio de acciones concretas, diálogo, experimentación e inversión, desde mental hasta comunicacional, en infraestructura y más. La estabilidad económica, la sostenibilidad ambiental, la protección de derechos y la lucha contra la corrupción, el crimen organizado, la violencia sistemática y el autoritarismo no pueden seguir siendo temas de discurso sin ejecución. No son, queramos o no, problemas de otro.
Centroamérica enfrenta una encrucijada ineludible. Si bien las políticas de Trump son una amenaza inmediata, y un giro extremo al extremismo, también representan una oportunidad histórica: la de forjar una región más fuerte, autónoma y capaz de enfrentar sus desafíos sin depender de la voluntad de Washington, o de cualquier otro ente que no sea el que corresponda.
En COYUNTURA, cada noticia y día de trabajo es un acto de valentía respaldado por personas, procesos, fuentes, documentos y perspectivas confiables, contrastadas y diversas, aunque muy a menudo debemos proteger la identidad de quienes informan y/o comentan. Pero la censura, la crisis económica y los obstáculos estatales y de seguridad no detienen a nuestra Redacción; seguimos informando con determinación, desde Centroamérica. Si has sufrido violaciones a tus derechos por un Estado centroamericano, o si quieres contar una historia, contáctanos a través de direccion@coyuntura.co o mediante la burbuja de mensajes en la parte inferior del medio.
Por otro lado, no te pierdas AULA MAGNA, nuestra radio en línea y plataforma de podcasts para la región y su gente, donde el periodismo y el entretenimiento se fusionan las 24 horas del día.
Juntos, construimos el puente de la verdad y la democracia, por eso ten en consideración adquirir una membresía de nuestro programa para socias y socios, con beneficios y servicios digitales únicos.
Comments