A pesar de los esfuerzos y discursos políticos, la violencia contra las mujeres en Honduras continúa en aumento. En los primeros cuatro meses del año 2023, se registró un preocupante incremento del 9 por ciento en los asesinatos de mujeres en comparación con el mismo periodo del año anterior. Estos alarmantes datos evidencian la urgencia de tomar medidas concretas para enfrentar este grave problema que afecta a la sociedad hondureña.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Tegucigalpa, Honduras
En Honduras, la violencia contra las mujeres continúa siendo un asunto alarmante que demanda medidas urgentes. Durante los primeros cuatro meses del año 2023, se reportó un aumento del nueve por ciento en los asesinatos de mujeres en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según las cifras proporcionadas por el Centro de Derechos de Mujeres (CDM), un total de 121 mujeres perdieron la vida de manera violenta en el país centroamericano.
La directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, resaltó a la agencia EFE la necesidad de establecer acciones concretas tanto en la persecución penal como en la judicialización de los casos de violencia contra las mujeres. Además, enfatizó en la importancia de trabajar en la prevención de estos actos.
La situación en el país es preocupante, ya que cada 21 horas se registra el asesinato de una mujer. Honduras, una nación tradicionalmente dominada por los hombres y con altas tasas de homicidios, experimenta un promedio diario de entre diez y trece muertes violentas. Es fundamental que el Estado hondureño asuma la gravedad de esta situación y priorice la implementación de políticas públicas orientadas a prevenir estos asesinatos.
Ayestas lamentó la contradicción existente entre el discurso político y la realidad en el país. Aunque se proclama que las muertes violentas de mujeres son investigadas, la falta de acciones concretas en la judicialización de los casos deja en evidencia la impunidad que prevalece. La mayoría de estos asesinatos son perpetrados por la pareja o la expareja de las víctimas, lo que evidencia la necesidad de una respuesta contundente por parte de las autoridades.
La directora del Observatorio de la Violencia resaltó la importancia de la judicialización de los casos como una medida clave para prevenir la violencia machista en Honduras. Mientras no se logre llevar a cabo un número significativo de procesos judiciales, el Estado permitirá que esta violencia continúe impune. Es necesario que se establezcan mecanismos que permitan capturar y procesar a los agresores, así como mejorar la investigación en estos casos.
La defensora de derechos humanos, Honorina Rodríguez, destacó al medio internacional que la sociedad hondureña debe sentir indignación ante la ola de feminicidios que afecta al país. En Honduras, las mujeres son asesinadas simplemente por ser mujeres, y la violencia intrafamiliar suele ser el antecedente de gran parte de estos crímenes. Rodríguez hizo un llamado al Ministerio Público (MP) y a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para que cambien la forma en que abordan la violencia contra las mujeres y fortalezcan urgentemente la Unidad Especializada en la Investigación de Muerte de Mujeres.
Uno de los principales obstáculos que enfrenta el sistema judicial de Honduras es la falta de investigación adecuada debido a la escasa voluntad política y al limitado presupuesto. Es imprescindible abordar esta debilidad y destinar recursos suficientes para garantizar que los casos de violencia contra las mujeres sean investigados a fondo.
Además, se requiere una mayor atención y acción por parte de las autoridades para prevenir la violencia machista. Es urgente promover campañas de prevención y garantizar la participación de las mujeres en cargos de elección popular y en la toma de decisiones. Las mujeres jóvenes y pobres son las principales víctimas de la violencia de género en Honduras, una situación que demanda una respuesta integral y urgente.
La violencia contra las mujeres no solo atenta contra su dignidad y sus derechos humanos, sino que también afecta gravemente la sociedad en su conjunto. Es responsabilidad del Estado hondureño abordar esta problemática de manera decidida y efectiva, garantizando la protección, la justicia y la igualdad para todas las mujeres del país.
Según Lara Divina Bohórquez Alvarenga, coordinadora de la Unidad de Investigación Feminista del CDM, en los casos de violencia doméstica y violencia familiar, el 38 % resultó en una resolución condenatoria, donde se identificó a un culpable y se impuso una pena. Sin embargo, se considera que este resultado no es significativo. "No existe justicia en los casos de violencia doméstica contra las mujeres", expresó la investigadora a Criterio.hn.
Por otro lado, en el informe "Situación de los Derechos Humanos en Honduras", la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) destaca que el MP, la Agencia Técnica de Investigación Criminal y la Dirección Policial de Investigaciones carecen de protocolos especializados para investigar la violencia contra las mujeres, incluyendo el feminicidio y las muertes violentas, con un enfoque diferenciado.
Esta situación contribuye a la impunidad en los casos de feminicidio, ya que según las organizaciones de mujeres, el índice de impunidad en los homicidios violentos de mujeres es del 95 %. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó que en 2020 Honduras tuvo la tasa más alta de feminicidios en América Latina, con 4.7 mujeres asesinadas por cada 100,000 mujeres.
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