La Asociación de Scouts de Nicaragua, fundada el 15 de agosto de 1942 y miembro activo del Movimiento Scout Mundial, ha sido un pilar en la formación de generaciones de jóvenes nicaragüenses, promoviendo valores como el compañerismo, la solidaridad y el respeto por la naturaleza. Sin embargo, el cierre repentino decretado por el recién resucitado Ministerio del Interior (MINT) ha dejado en el aire el futuro de esta histórica institución, así como el destino de sus instalaciones emblemáticas, como El Coyotepe en Masaya, una edificación que el oficialismo ya tiene bajo su control.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En un golpe devastador para la tradición, la solidaridad y la comunidad scout nicaragüense y centroamericana, el régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó el cierre de la Asociación de Scouts de Nicaragua, una organización con más de 100 años de historia dedicada al desarrollo integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. El cese de actividades fue confirmado por el Comité Scout Nacional en un comunicado que expresaba la imposibilidad de continuar con las reuniones presenciales, marcando el fin de una era de compromiso, valores y servicio a la comunidad. La drástica medida fue impulsada por el Acuerdo Ministerial número 08-2024-OSFL, emitido el viernes 16 de febrero de 2024, que canceló la personalidad jurídica y el registro de ocho organizaciones sin fines de lucro, entre ellas la Asociación de Scouts. La ministra del Interior, María Amelia Coronel Kinloch, argumentó que estas organizaciones no habían presentado sus estados financieros entre 2020 y 2022, y que sus juntas directivas estaban vencidas desde septiembre de 2020. Con esta acción, el número total de oenegés canceladas en Nicaragua desde finales de 2018 se elevó a alarmantes 3,230, según registros independientes.
La decisión llegó en los días previos a la Semana Scout, que conmemora el aniversario del natalicio de los fundadores del movimiento, Baden Powell y Lady Olave Baden Powell. Un momento simbólico que agrega un dolor adicional a la comunidad local, que ve truncada su celebración anual con la cancelación de las actividades.
Ante este desalentador panorama, el Comité Scout Nacional expresó su agradecimiento a las diversas muestras de solidaridad recibidas tanto a nivel nacional como internacional. Organizaciones hermanas, ex-scouts, dirigentes y voluntarios de otras latitudes se unieron en un coro de apoyo, reconociendo el impacto significativo que tiene la clausura de la Asociación de Scouts de Nicaragua en la juventud del país centroamericano, y en su oferta de desarrollo humano y cívico.
La Organización Mundial del Movimiento Scout, con sede en Suiza, también fue informada de la situación. En el comunicado, el Comité Scout Nacional indicó que están recibiendo asistencia de esta entidad para encontrar soluciones que se ajusten a las leyes y permitan seguir cumpliendo la misión del Movimiento Scout en Nicaragua. Un gesto que subraya la conexión global de la hermandad scout y la importancia que la comunidad internacional otorga a la situación en Nicaragua.
La noticia del cierre de la Asociación de Scouts de Nicaragua ha generado una oleada de emociones entre los miembros de la comunidad scout, tanto en el país como en el extranjero. El sentimiento de tristeza y desafío se ha expresado en mensajes de apoyo de otras asociaciones scout, como el Cuerpo de Exploradores de Costa Rica, que instó a los scouts nicaragüenses a enfrentar la situación con valentía y determinación, recordando el octavo punto de la Ley Scout. "Aunque nos nieguen el derecho a reunirnos y a prepararnos como sujetos de cambio, no podrán parar las conciencias", dijo un antiguo miembro de dicha organización a COYUNTURA bajo la condición de anonimato.
Desde la Asociación Costarricense de Escultismo, también se extendió un mensaje de solidaridad, haciendo hincapié en el cuarto punto de la Ley Scout y ofreciendo apoyo para que los grupos en Nicaragua puedan levantarse nuevamente. La Unión de Scouts Tradicionales de América y del Mundo (USTA-M) en Ecuador consideró lamentable la situación y alentó a la lucha desde adentro para mejorar las circunstancias, destacando una posible motivación política detrás de la decisión.
La cancelación de la Asociación de Scouts de Nicaragua no solo representa la pérdida de una entidad legalmente reconocida, sino también de una parte fundamental de la identidad y el desarrollo de la juventud nicaragüense. Scouts de diferentes generaciones han compartido sus testimonios en las redes sociales digitales, recordando cómo el escultismo impactó positivamente en sus vidas, formando ciudadanos responsables y comprometidos.
El Coyotepe, un emblema para los scouts nicaragüenses, también ha sido afectado por esta decisión. La fortaleza histórica y sus terrenos, que han sido utilizados para diversas actividades educativas y campamentos scout, han sido confiscados por la administración sandinista. Las municipalidades de Managua y Masaya, bajo el control del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ya controlan el lugar. Esta acción no solo representa la pérdida de un espacio emblemático, sino también un golpe simbólico al corazón de la comunidad scout en Nicaragua.
Dirigentes scouts, ex-scouts y personas vinculadas al escultismo han expresado su profundo pesar ante la situación. Lamentan la pérdida irreparable no solo para los scouts actuales sino también para las generaciones venideras que se verán privadas de la oportunidad de formarse en los valores del escultismo. El llamado a la resistencia y la fidelidad al Movimiento Scout resuena en las palabras de dirigentes scout de diferentes partes del mundo. La resiliencia y el compromiso de la comunidad scout nicaragüense se manifiestan en la determinación de seguir siendo scouts, incluso frente a la adversidad política.
El cierre de la Asociación de Scouts de Nicaragua marca un capítulo oscuro en la rica historia del escultismo en el país centroamericano, con más de 100 años de vida. Más allá de la pérdida de la personalidad jurídica y la confiscación de espacios emblemáticos, la verdadera tragedia radica en la privación de oportunidades y aprendizaje para la juventud nicaragüense.
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