El aumento constante en el número de víctimas exige una acción inmediata y coordinada para abordar las causas subyacentes de estos accidentes. La población joven está particularmente en riesgo, y se necesita una estrategia integral que incluya educación vial y medidas preventivas desde diversos sectores. La Policía Nacional ha tomado medidas, pero es evidente que se necesitan más esfuerzos y recursos para revertir esta tendencia mortal en todas las carreteras.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua
En Nicaragua, las carreteras continúan cobrando un precio alarmante en vidas humanas. De acuerdo con el último informe de la Policía Nacional, un órgano controlado por la administración del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), desde el 01 de enero hasta el 05 de noviembre del año 2023, 824 personas han perdido la vida en accidentes de tránsito. Sin embargo, lo que resulta aún más preocupante es que más del 50 % de estas muertes involucran a motociclistas, una tendencia mortal que demanda una atención urgente. Exploraremos los datos y factores detrás de esta creciente crisis de seguridad vial en el país centroamericano, luego de que en agosto de este año la Redacción de nuestro medio documentara el inicio de la mortandad actual, que ha tenido hasta la fecha un escandaloso aumento.
El comisionado general Jaime Antonio Vanegas, director de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, proporcionó datos inquietantes que pintan un panorama sombrío en las carreteras de Nicaragua. De los 824 fallecidos en accidentes de tránsito en el período mencionado, 439 de ellos involucraron a motociclistas. De estos, 319 eran conductores, 61 peatones y 59 pasajeros, lo que refleja el alto riesgo asociado a las motocicletas sobre todo lo demás.
Un dato aún más perturbador es que 168 de las y los conductores de motocicletas fallecidos estaban bajo los efectos del alcohol al momento del accidente. Esto sugiere la urgente necesidad de abordar el problema del consumo de alcohol y la conducción en el país centroamericano.
Los accidentes de tránsito se producen por diversas razones, y en Nicaragua, una serie de factores se entrelazan para crear un ambiente peligroso en las carreteras. Algunas de las causas principales de los accidentes mortales incluyen la invasión de carril, el exceso de velocidad, giros indebidos, falta de pericia, no guardar la distancia y salirse de la vía. Estos factores, en combinación con el consumo de alcohol, contribuyen a una situación crítica en las carreteras del país.
Otro aspecto que debe llamar la atención de las autoridades, según conductores capitalinos consultados por el equipo de COYUNTURA, es que 312 de los fallecidos en accidentes de motocicleta eran jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y 40 años de edad. Este dato subraya la vulnerabilidad de una generación que representa el futuro y presente del país, que está siendo diezmada en las carreteras.
El problema no está confinado a una sola región de Nicaragua. Los departamentos que lideran en número de muertes en moto son Managua, Matagalpa, Jinotega, Nueva Segovia, Estelí, Rivas y Masaya, con un total de 296 casos en conjunto. Esto demuestra que la crisis de seguridad vial se extiende por todo el territorio del país.
En ese sentido, las estadísticas revelan un aumento constante en las muertes por accidentes de tránsito en los últimos años. En el año 2020, se registraron 830 fallecidos, cifra que aumentó a 904 en 2021. El año 2022 marcó un nuevo récord sombrío, con un total de 939 muertes. Hasta el 17 de septiembre de 2023, se habían reportado 685 muertes en accidentes de tránsito. Estos datos plantean la necesidad urgente de abordar esta crisis en crecimiento.
Además de las muertes, el número de lesionados también muestra una tendencia preocupante. En 2020, hubo 3,139 lesionados en accidentes de tránsito, un número que aumentó a 3,332 en 2021, según los datos del oficialismo. Estas cifras subrayan la necesidad de una respuesta efectiva a esta crisis, que no solo cobra vidas, sino que también causa un alto número de lesiones y sufrimiento humano.
La Policía Nacional de Nicaragua ha tomado medidas para abordar la crisis de seguridad vial en el país. Han realizado seminarios para conductores de motocicletas, inspecciones técnicas mecánicas a vehículos colectivos, selectivos y particulares, y pruebas de alcoholemia a conductores. Además, se han impuesto más de 261,429 multas por infracciones durante 2023, suscitando una ganancia de 262.4 millones de córdobas para las arcas del Estado, según previsiones del oficialismo.
A pesar de estas acciones, algunos especialistas en seguridad pública advierten hasta el momento que la falta de estrategias educativas efectivas para fortalecer la educación vial en los conductores, desde varias sectores, incluyendo las numerosas escuelas de manejo en todo el territorio nicaragüense, demuestra que el enfoque actual se centra en la recaudación monetaria y no en la seguridad ciudadana en su conjunto. Las medidas punitivas, como las multas, no son efectivas para prevenir los accidentes de tránsito. La educación y las acciones preventivas de seguridad vial son las mejores alternativas para combatir esta plaga de accidentes, según expertos.
Las carreteras de Nicaragua se han convertido en escenarios mortales, con las motocicletas y el alcohol desempeñando un papel significativo en esta tragedia. Los datos revelan un aumento constante en las muertes y lesiones por accidentes de tránsito en el país, lo que requiere una respuesta urgente y efectiva. Las acciones de la Policía Nacional son un primer paso, pero la educación vial y la prevención deben ser el enfoque principal para salvar vidas y proteger a la generación más joven de Nicaragua.
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