Violencia sigue sacudiendo el área metropolitana de Guatemala. Más de 10 muertes en 24 horas y mensajes amenazantes extreman las alertas

Cuerpos sin vida por varios puntos de Ciudad de Guatemala, incluso dentro de vehículos abandonados y en carreteras altamente transitadas. Pero no hay medidas extracurriculares todavía, a pesar de que el año 2024 se presenta como altamente peligroso.

Por Redacción Central | @CoyunturaNic

Seguridad, violencia y ciudadanía

Ciudad de Guatemala, Guatemala

El miércoles 17 de abril de 2024, escena del crimen contra un oftalmólogo en zona 13, cerca de avenida Las Américas | Fotografía de Prensa Libre por Rubén Lacán

En una escalada de violencia que ha sumido al área metropolitana de Ciudad de Guatemala en el caos y la incertidumbre, y que ha sido documentada por la Redacción de COYUNTURA desde la Semana Santa del corriente año, una serie de ataques armados y macabros hallazgos de cadáveres han sacudido a la población en las últimas horas. Entre la mañana del martes 16 de abril y el transcurso del miércoles 17, una serie de incidentes mortales han dejado un saldo trágico y mensajes amenazantes que han sembrado el temor en la comunidad. Pero las autoridades aún no explican las medidas extraoficiales que se implementan o implementarán ante la ola de violencia y la evidente escalada en las cifras de homicidios.

Solo el día de ayer, el área metropolitana de Guatemala se vio sacudida por una ola de violencia sin precedentes, con múltiples ataques armados y macabros hallazgos de cadáveres que han conmocionado a la población. Desde la zona 13 de la capital hasta Mixco, la tragedia se ha manifestado de diferentes maneras, dejando un rastro de muerte y misterio en su estela.

En uno de los incidentes reportado, un hombre identificado como Miguel Ángel Campos Hoffens, de 32 años de edad, fue víctima de un ataque armado mientras conducía un pickup de color verde en la 15 avenida frente al 11-01 de la zona 13 capitalina. Los detalles del ataque sugieren un acto premeditado, con sujetos desconocidos que abordaron a Campos Hoffens desde una motocicleta, disparándole fatalmente y dejando un panorama desolador en plena luz del día.

Los familiares de Campos Hoffens, consternados por el brutal ataque, relataron que el hombre, oftalmólogo de profesión con clínicas en Quetzaltenango, regresaba de un polígono cuando fue emboscado por los agresores. A pesar de los intentos de sus parientes por dar con los responsables, estos lograron escapar impunemente, sumiendo a la familia en un estado de shock y desconcierto.

Pero la tragedia no se limitó a un solo incidente. En distintos puntos de la ciudad y sus alrededores, se registraron macabros hallazgos que profundizan el pánico y la angustia de la población. En Mixco, específicamente en la colonia Carolingia en el sector 3 de la zona 6, dos cuerpos envueltos en sábanas fueron abandonados en la vía pública, acompañados de un escalofriante mensaje amenazante: "El que anda o hable con el Smokin y con el hijo así van a parar y como el Visa". Pero el Ministerio de Gobernación y el Poder Ejecutivo en general no han brindado declaraciones al respecto.

Este descubrimiento aterrador no fue un caso aislado. En San José Pinula, otro cadáver, esta vez el de una mujer de aproximadamente 35 años, fue encontrado semi desnudo en el interior de una alcantarilla, con evidentes signos de violencia. Vestida con pantalón de lona azul y blusa gris, la víctima fue hallada por transeúntes alarmados que alertaron a las autoridades, desencadenando una nueva investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte.

El horror no termina ahí. En un escalofriante eco de los eventos del día anterior, dos cuerpos envueltos en sábanas fueron descubiertos cerca del bulevar El Naranjo en la zona 4 de Mixco, este jueves. Estos macabros hallazgos, sumados a los eventos del día, elevan el total de cadáveres encontrados en solo 24 horas al menos a 10, un testimonio sombrío de la escalada de violencia que asola la región.

En medio de la conmoción y el temor, las autoridades luchan por contener la crisis y buscar respuestas. La Policía Nacional Civil y el Ministerio Público han desplegado recursos significativos para investigar estos crímenes atroces, mientras que los Bomberos Municipales y Voluntarios han trabajado incansablemente para lidiar con las consecuencias de esta violencia desenfrenada.

Mientras tanto, la población se enfrenta a un futuro incierto, marcado por el miedo y la ansiedad. Las y los ciudadanos, aturdidos por la brutalidad de estos eventos, se aferran a la esperanza de que se haga justicia y que la paz regrese a sus calles una vez más. Sin embargo, con cada nuevo incidente, esa esperanza se ve desafiada y está cada vez más lejos, dejando a todos preguntándose cuándo y cómo terminará esta espiral de violencia sin sentido.

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