Casi dos años después de la masacre en la que murió el hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo, el juicio del crimen revela detalles de la matanza, al salir de una discoteca en Tegucigalpa

Según la información obtenida, un pago de 200 mil dólares habría sido desembolsado a la pandilla Mara Salvatrucha (MS), presuntamente por un grupo de políticos poderosos, con el objetivo de intimidar o eliminar a otro hijo del exmandatario Porfirio Lobo Sosa. Este pago se dividiría en dos partes, siendo el primer desembolso de 50 mil dólares destinado a la compra de armas y equipo, y el resto sería entregado una vez cometido el crimen. Más de 50 audios documentan el plan, pero la Policía Nacional y la Fiscalía no brindan detalles del caso, con un juicio silencioso en desarrollo.

Por Redacción Central | @CoyunturaNic 

Violencia y ciudadanía

Tegucigalpa, Honduras

Escena de la masacre del jueves 14 de julio de 2022 en Tegucigalpa | Fotografía de AFP / Getty Images por Orlando Sierra

En el transcurso del cuarto día del juicio oral y público por el asesinato del hijo del expresidente Porfirio Lobo y tres de sus amigos -una masacre documentada por el equipo de COYUNTURA en julio de 2022-, se han presentado revelaciones impactantes basadas en el análisis exhaustivo de varios vídeos, al menos 50 audios y evidencias obtenidas del vaciado telefónico de un solo celular.

Los principales acusados en este caso son Erick David Macías Rodríguez y Eber Ezequiel Espinoza Martínez, señalados por el Ministerio Público (MP) como autores materiales del delito de asesinato y asociación para delinquir, aunque fueron al menos ocho las personas involucradas en la trágica escena. Junto a ellos, Norma Alicia García enfrenta cargos como cómplice de asesinato y asociación para delinquir. Ella es la propietaria de la vivienda donde encontraron la camioneta en la que los asesinos se movilizaron.

Con los videos presentados como prueba por el perito forense designado por el MP, entre los que se incluyen los analizados por este medio algunos días después de los sucesos, se busca demostrar, casi dos años después de la masacre, la participación de varios vehículos en el trágico suceso. Uno de los automóviles, un vehículo turismo, fue localizado en la colonia Predios del Recreo, mientras que otro, una camioneta tipo pick-up Volkswagen Amarok, fue hallado en la colonia Miraflores Sur, donde se efectuó la captura de los tres acusados hasta la fecha.

La segunda prueba pericial reveló alrededor de 55 audios extraídos del celular decomisado a Norma García, los cuales, según la acusación del Ministerio Público, están relacionados con el crimen. Pero no hay pruebas de rostro. Ni uniformes. Ni armas. O al menos no es de conocimiento público.

El jueves 14 de julio de 2022, en el bulevar Morazán, fueron brutalmente asesinados a tiros Said Omar Lobo Bonilla, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, José Salomón Vásquez Chávez, Norlan Enrique Rivera Rodríguez y Luis Armando Zelaya Rivera.

Durante una conferencia de prensa posterior al crimen, la Secretaría de Seguridad confirmó que Said Lobo era el blanco de los sicarios. El comisionado de Policía, Gustavo Sánchez, reveló que el objetivo del ataque era el hijo del expresidente, sin entrar en detalles sobre las múltiples hipótesis manejadas por las autoridades. No obstante, las mismas autoridades señalaron en 2022 que el objetivo podría ser en realidad Luis Lobo, otro de los hijos del expresidente hondureño.

Según las investigaciones, al menos 11 personas participaron en el ataque, que se presume fue perpetrado por miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13). Se ha revelado que un pago de 200 mil dólares habría sido desembolsado a la pandilla como parte del plan para ejecutar el crimen, con un primer pago de 50 mil dólares para la compra de armas y equipo.

El informe "Magda II" detalla que todos los implicados en el crimen han sido identificados, y un grupo de abogados está siendo preparado para defenderlos. Además, se ha acusado a un miembro de la Policía Nacional de haber "facilitado" el crimen al mover intencionalmente una patrulla asignada al bulevar Morazán la noche de la masacre.

Se ha revelado que el joven Luis Zelaya, el cuatro de los fallecidos, no era objetivo del ataque, pero fue víctima al intentar buscar refugio creyendo que los uniformados eran de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP).

Las indagaciones también apuntan a la implicación de un exfuncionario y político en el manejo de los fondos utilizados para pagar a la MS-13, así como a un presunto mensaje de amenaza por parte de un grupo de exfuncionarios que coaccionaron a través de la pandilla.

El informe "Magda II" sugiere que el móvil del crimen está relacionado con la posesión de una gran cantidad de dinero por parte de exfuncionarios, quienes lo utilizan para manipular a la MS-13. Se detalla que los miembros de la pandilla cambiaron de ropa y vehículo después del crimen, y se espera que todos los involucrados sean capturados "en los próximos días".

El caso sigue en desarrollo mientras se desenmarañan las complejas conexiones entre el crimen organizado, la política y la seguridad ciudadana en general.

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