Cada año, el fuego arrasa con miles de hectáreas de bosque en Honduras y el Parque Nacional La Tigra no escapa de esta realidad. En lo que va de 2023, la capital ya ha registrado más incendios forestales que en todo el año 2021, poniendo en riesgo a uno de los principales pulmones del país centroamericano. Aunque los bomberos y los voluntarios luchan incansablemente contra las llamas, la falta de personal y recursos limitados dificultan la tarea de combatir estos siniestros. ¿Qué se puede hacer para evitar la pérdida de miles de hectáreas de bosque cada año? ¿De quién es la responsabilidad de evitar el fuego?
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Tegucigalpa, Honduras
En la aldea El Zarzal, a una hora y treinta minutos en coche desde Tegucigalpa, algunas personas se preguntan si el humo desaparecerá de sus pertenencias pronto, y si las llamas de las últimas horas se extinguieron o no por completo, debido a que desde la tarde del lunes 03 de abril el Parque Nacional La Tigra, uno de los tesoros naturales más preciados de Honduras, se encuentra en estado de emergencia debido a un devastador incendio forestal que ha arrasado más de 400 hectáreas de su superficie limítrofe. El fuego ha provocado la movilización de un importante contingente de bomberos, voluntarios y personal de protección civil que trabaja sin descanso hasta la noche del miércoles 05 de abril para controlar las llamas y evitar que se propaguen aún más.
El Parque Nacional La Tigra es un área protegida que abarca una extensión de más de 24,000 hectáreas, ubicada en el departamento de Francisco Morazán, a unos pocos kilómetros al norte de la ciudad capital, Tegucigalpa. Esta zona de bosque nuboso es el hogar de una gran variedad de especies animales y vegetales, muchas de ellas en peligro de extinción. La reserva también es un importante suministrador de agua y aire para la ciudad y sus alrededores. De allí nacen varios ríos y arroyos que surten de agua potable.
El incendio actual, cuyas causas aún se desconocen pero que se presume pueda haber mano criminal, ha generado gran preocupación entre las autoridades, los expertos en medio ambiente y la población en general, debido a los graves daños que puede ocasionar en la biodiversidad de la zona, y por el origen mismo de las llamas. Además, se teme que el humo y las cenizas afecten la calidad del aire y la salud de las personas que habitan en las zonas aledañas al parque. En varias colonias del Distrito Central, como Reparto Abajo y El Sitio, los lugareños reportan el teñido de sus jardines y techos.
Por su parte, el Instituto Nacional de Conservación Forestal (ICF) ha informado que se han desplegado importantes recursos para combatir el fuego, entre ellos, helicópteros que trabajan en la extinción de los focos más críticos del incendio. También se han sumado a las tareas de control y monitoreo de la zona, grupos de voluntarios, personal de la municipalidad y de las fuerzas armadas hondureñas.
La lucha contra el incendio en La Tigra sigue en curso, y se espera que en las próximas horas se puedan tener más resultados debido a que hasta el cierre de este reporte solo se tenía conocimiento del control en el más importante foco del incendio. Otros tres puntos son combatidos por al menos 200 efectivos, según el monitoreo realizado por la Redacción de COYUNTURA.
Los expertos advierten que los daños en la biodiversidad de la zona pueden ser irreparables, y hacen un llamado a la población para tomar conciencia sobre la importancia de cuidar y proteger el medio ambiente.
Los incendios forestales son una problemática que afecta a Honduras de manera recurrente, especialmente a su capital, Tegucigalpa. En los últimos años, la cifra de siniestros ha ido en aumento, y las pérdidas económicas y ambientales son incalculables. El reciente incendio que afecta el Parque Nacional La Tigra no es más que un ejemplo de lo que está sucediendo en varias zonas del país de forma intermitente.
Según el ICF, desde 2017 hasta el 04 de abril de 2023, se han reportado en la capital 1,276 incendios forestales. Esto significa que, en promedio, se reportan dos incendios forestales cada día en Tegucigalpa. Los siniestros han afectado más de 39,133 hectáreas de bosque, lo que equivale a 57,338 veces el tamaño del Estadio Nacional José de la Paz Herrera Uclés.
En lo que va de 2023, la capital ya ha reportado más incendios que en todo el año 2021. En apenas tres meses y cuatro días se han registrado 137 incendios forestales, mientras que en 2021 se contabilizaron 128 en total. La situación es aún más alarmante si se tiene en cuenta que, en 2020, se reportó la cifra más alta de bosques afectados: se perdieron 9,697 hectáreas.
El papel de la mano humana en la propagación de los incendios forestales que afectan a las áreas naturales es crucial. Muchos de los siniestros son provocados por actividades humanas, como la quema de basura, el uso de fuego para la limpieza de terrenos y la quema de campos agrícolas. La expansión de las urbanizaciones, la tala de árboles, la agricultura y la ganadería intensiva son otros de los factores que han contribuido a la disminución de la superficie boscosa en Honduras.
En el caso específico del Parque Nacional La Tigra, la urbanización ha tenido un impacto significativo en los incendios forestales. Las áreas urbanas cercanas al bosque han sido construidas sin tener en cuenta la protección del mismo y sin cumplir con las medidas necesarias para prevenir y controlar los incendios o la expansión de sus muros.
Además, la falta de conciencia ambiental y la falta de responsabilidad social de algunos ciudadanos también contribuyen a la pérdida de hectáreas de bosque. El uso inadecuado del fuego, la negligencia y la falta de cuidado al realizar actividades al aire libre pueden provocar incendios forestales.
Para evitar la pérdida de tantas hectáreas en el Parque Nacional La Tigra, es necesario tomar medidas a nivel individual y colectivo. Por un lado, es importante fomentar la educación y la conciencia ambiental en la población, para que se comprenda la importancia de preservar los bosques y se adopten prácticas sostenibles.
Por otro lado, es necesario que las autoridades establezcan políticas públicas efectivas para prevenir y controlar los incendios forestales, tales como programas de reforestación, implementación de medidas de prevención y capacitación para bomberos y brigadistas forestales. Además, es necesario llevar a cabo una regulación más estricta sobre la construcción de urbanizaciones cercanas a las áreas boscosas para evitar la expansión urbana en detrimento del medio ambiente.
En el caso reciente, cuando se han perdido más de 400 hectáreas de un solo golpe, la Secretaría de Recursos Naturales y el Ambiente (SERNA/MiAmbiente) asegura que no concederá ningún permiso de construcción en la zona afectada por el siniestro. En años anteriores se intentó construir en este terreno una de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) y más de una residencial privada.
La protección del medio ambiente y la preservación de los recursos naturales debe ser una responsabilidad compartida de toda la sociedad. Es crucial tomar conciencia de la influencia que tiene la mano humana en el entorno y adoptar hábitos más sostenibles. La creación de áreas protegidas y la implementación de políticas y leyes efectivas son herramientas importantes, pero la participación activa y el compromiso ciudadano es esencial para evitar la pérdida de tantas hectáreas de bosque y conservar la biodiversidad.
Suscríbase aquí a El Boletín de COYUNTURA y reciba las noticias de la actualidad de Nicaragua, Centroamérica y el mundo.
Comments