Los desafíos del Seguro Social nicaragüense siguen siendo gigantes. Afiliaciones, desabastecimiento de medicamentos y atención médica deficiente

El análisis sectorial revela disparidades en la creación de empleo formal en Nicaragua. El sector agropecuario, silvicultura, caza y pesca lidera la creación de empleo, aunque muchos de estos afiliados son temporales, lo que plantea desafíos a largo plazo para la sostenibilidad del sistema. En contraste, sectores clave como el comercio muestran una baja afiliación, lo que indica una brecha significativa en la cobertura del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

Por Redacción Central | @CoyunturaNic

Salud, política y economía

Managua, Nicaragua

Un grupo de personas en una jornada de salud en Nicaragua | Ilustración de Coyuntura

El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) se encuentra en un continuo estado de desafíos y dificultades, que empeora con el paso de los meses. Tras años de lucha por afiliar trabajadores, el INSS finalmente rebasó la marca de 800 mil contribuyentes en febrero de este año, un hito significativo pero aún insuficiente para abordar su crisis financiera crónica. Este logro, demostrado por las cifras oficiales, ha sido una luz tenue en medio de la oscuridad que impera, un destello de esperanza en un paisaje económico y de salud lleno de incertidumbre y retrocesos administrativos y estructurales.

Desde el estallido de la crisis múltiple que se vive desde abril del año 2018, el INSS ha enfrentado una pérdida significativa de contribuyentes, con más de 200 mil trabajadores que dejaron de cotizar debido a las turbulentas condiciones políticas y económicas. Sin embargo, el camino hacia la recuperación está plagado de obstáculos, con la necesidad urgente de incorporar más de 100 mil nuevos afiliados para alcanzar los niveles previos a la crisis, según analistas consultados por el equipo de este medio.

A pesar de los esfuerzos del régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo por impulsar el empleo formal y la afiliación al Seguro Social, los datos muestran que el crecimiento en la afiliación al INSS ha sido lento y desigual. Si bien se han creado más de 12,000 empleos en lo que va del 2024, la mayoría de ellos se concentran en sectores como la agricultura, donde la temporalidad del empleo presenta desafíos para la sostenibilidad a largo plazo. Mientras tanto, sectores clave como el comercio, la construcción y el sector maquila muestran una baja afiliación, lo que refleja una recuperación económica desigual y fragmentada.

La situación se agrava aún más con la escasez de medicamentos en las clínicas previsionales del INSS, un problema que afecta directamente a las y los asegurados y jubilados. Personas como "Santiago", un diabético de 68 años de edad, se enfrentan a la angustiante realidad de tener que luchar por obtener los medicamentos necesarios para su salud. Las largas esperas, la falta de atención adecuada y la sensación de impotencia son moneda corriente entre aquellos que dependen del sistema de salud pública para su bienestar. "Si no hay medicamentos solo nos dicen que no hay, y listo", aseguró.

A medida que la crisis en el INSS se profundiza, también se ve reflejada en la pérdida de trabajadores en el sistema de salud pública de Nicaragua. En los primeros dos meses de este año, se registró una disminución alarmante de más de 400 trabajadores de la salud, lo que subraya la precaria situación del sistema de salud en general. A pesar de los esfuerzos por aumentar el personal de enfermería y especialistas, la brecha dejada por la salida de médicos crea un vacío en la atención médica que no puede ser fácilmente llenado. "A estas alturas es igual de malo un hospital público y uno del sistema del Seguro Social", señaló otra fuente.

El descontento entre las y los trabajadores de la salud es palpable, con quejas sobre la asignación de roles políticos en las unidades médicas y la falta de recursos y apoyo adecuados. La migración de profesionales de la salud también ha contribuido a la crisis, dejando al sistema sanitario con menos recursos humanos para hacer frente a las crecientes demandas de atención médica.

El panorama del sistema de seguridad social y de salud en Nicaragua es sombrío. A medida que el INSS lucha por recuperarse de años de crisis financiera y pérdida de afiliados, los problemas en el sistema de salud pública se suman a los desafíos. Se necesita una acción urgente y coordinada para abordar estas cuestiones y garantizar el acceso equitativo a la atención médica y la protección social para todos los nicaragüenses. Sin embargo, mientras persistan las tensiones políticas y económicas, el camino hacia una solución duradera seguirá siendo difícil de alcanzar.

"La situación en las más de 30 clínicas previsionales de todo el país es alarmante, a tal punto de que solo atienden emergencias que ellos mismos consideran emergencias", dijo una enfermera del hospital capitalino Bautista.

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