Adoctrinamiento y politización de menores en Nicaragua: ¿violación de derechos o estrategia?

Niñas y niños portando fusiles de juguete y participando en actos políticos en Nicaragua genera nuevas acusaciones de adoctrinamiento por parte del régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. Ciudadanos y defensores de los derechos de las y los niños denuncian la violación de la ley y la manipulación política de los menores, mientras critican el uso de armas en un contexto en el que supuestamente se busca promover la paz.

Por Redacción Central | @CoyunturaNic

Política, violencia y seguridad

León, Nicaragua

Acto oficialista en León el sábado 08 de julio de 2023 | Fotografía de Voces En Libertad

Dos menores de edad, ataviados con trajes representativos y portando fusiles de juguete, subieron a una tarima en un parque de León durante una tertulia política organizada por la Alcaldía local, la tarde del sábado 08 de julio de 2023. Este acto ha generado controversia y ha llevado a ciudadanos leoneses y organismos defensores de los derechos de los niños a acusar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de violar la ley y de adoctrinar a los menores.

La presencia de niños en eventos políticos ha generado preocupación y debate en la sociedad nicaragüense. Muchos argumentan que esta práctica constituye una forma de adoctrinamiento y manipulación, que vulnera la libertad de pensamiento de los niños, quienes aún no tienen una conciencia política definida. Los críticos sostienen que el gobierno utiliza a los menores como herramientas para promover su ideología y generar apoyo popular.

Uno de los aspectos más cuestionados es el uso de armas de juguete por parte de los niños durante estos actos políticos. Para muchos, esto representa una promoción de la violencia y una contradicción con el discurso oficial de promover la paz y la recreación sana. Francisca, una madre de familia, expresó su preocupación al afirmar: "¿Qué hace un niño con un arma aunque sea de juguete? ¿Qué le estás diciendo? ¿Que mate?".

Esta visión es compartida por aquellos que consideran que el gobierno está fomentando la descomposición social y la corrupción institucional al involucrar a jóvenes en riesgo en actividades policiales y paramilitares.

El comerciante Anibal Carrasco señaló que el régimen de Ortega ha utilizado de manera recurrente y ilegal a los niños como herramienta política, generando un clima de temor para mostrar un apoyo popular forzado. Esta estrategia ha sido especialmente evidente durante la conmemoración del triunfo de la Revolución Sandinista, donde se ha observado la participación de niños vestidos como militares o policías.

Estas imágenes son utilizadas para levantar el perfil de instituciones sancionadas y desvirtuadas, como la Policía Nacional, que ha sido acusada de reprimir a los ciudadanos que se han manifestado contra la dictadura.

Por su parte, la trabajadora social Andrea Carrasco, quien ha trabajado en la defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia, instó a proteger la integridad física y psicosocial de los menores en este contexto sociopolítico. Carrasco advirtió que exponer a los niños en marchas y manifestaciones políticas puede generar confusión y graves consecuencias en su desarrollo emocional y comportamiento.

Además, denunció que el gobierno busca utilizar la imagen de la niñez y la juventud, especialmente de aquellos en condiciones vulnerables, para promover el adoctrinamiento en aquellos que no comprenden la política. La preocupación por el impacto negativo que esta práctica puede tener en los niños y jóvenes nicaragüenses se enfatiza en un contexto de crisis sociopolítica y violencia.

Al menos cinco menores de edad participaron en un acto "cultural" el sábado 08 de julio, en el cual evidentemente se insta a la apología del delito en León | Fotografía de Voces En Libertad

Según Carrasco, promover una cultura de violencia y odio entre los menores puede agravar aún más la situación y generar consecuencias perjudiciales para su desarrollo y bienestar.

Además de las preocupaciones éticas y psicosociales, también se ha cuestionado el uso de recursos públicos para estos eventos. Se estima que la Alcaldía de León destina un presupuesto considerable al área de Promotoría Solidaria y al departamento de Cultura para la realización de tertulias políticas y actividades relacionadas.

Esto ha generado críticas por parte de la ciudadanía, que considera que estos recursos podrían destinarse a prioridades más urgentes y necesarias.

La presencia de menores de edad en eventos políticos y su utilización para promover ideologías políticas ha generado un intenso debate en Nicaragua. Mientras algunos consideran que esta práctica constituye una violación de los derechos de los niños y una estrategia de adoctrinamiento, otros la defienden como una forma de transmitir valores y enseñanzas políticas desde temprana edad.

Sin embargo, la preocupación por el impacto negativo en el desarrollo emocional y la libertad de pensamiento de los menores persiste, y se destaca la necesidad de proteger la integridad física y psicosocial de los niños y adolescentes en un contexto de crisis sociopolítica y violencia.

Es apología del delito

El uso de menores en actos políticos, especialmente cuando se les presenta portando armas de juguete, puede ser considerado apología del delito por varias razones, según documentación consultada por la Redacción de COYUNTURA. En primer lugar, promover la participación de niños en actividades que involucran armas o violencia puede fomentar una cultura de normalización de la violencia, lo cual es perjudicial para su desarrollo y bienestar. Las y los niños, lamentablemente, son especialmente susceptibles a la influencia y pueden internalizar comportamientos violentos o creencias erróneas sobre el uso de armas.

Además, utilizar a los menores en actos políticos con el propósito de promover una ideología específica puede ser interpretado como una forma de adoctrinamiento. Los niños están en una etapa de formación de su pensamiento crítico y aún no tienen una conciencia política plenamente desarrollada. Exponerlos a situaciones políticas manipuladoras puede limitar su capacidad de formar opiniones independientes y ejercer su libertad de pensamiento.

La apología del delito implica la promoción o justificación de comportamientos delictivos, y utilizar a menores en contextos políticos con armas de juguete puede considerarse como una forma de promover una imagen positiva o glamorizada de la violencia. Esto no solo va en contra de los principios de protección y bienestar de los niños, sino que también puede tener implicaciones legales, ya que se está incitando o glorificando LOS comportamientos violentos.

Con información de Voces En Libertad

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