El monseñor José Leonardo Urbina fue detenido en Nicaragua por una denuncia de supuesta violación a una menor, convirtiéndose en el segundo religioso de la Iglesia católica detenido en lo que va del año.
Por Houston Castillo Vado | @VozDeAmerica
Política
Managua, Nicaragua
Se trata de monseñor José Leonardo Urbina, quien dirigía la parroquia del Perpetuo Socorro y era vicario episcopal de Boaco, ubicado a unos 88 kilómetros al este de Managua. El religioso fue detenido luego de haber acudido a una delegación local después de una denuncia de supuesta violación a una menor.
La jueza Yolanda Fletes Cano decretó la medida de prisión preventiva contra el religioso de 51 años y programó audiencia inicial para el 21 de julio. Según la Fiscalía, los supuestos hechos ocurrieron en distintas fechas y lugares en la ciudad de Boaco.
Feligreses alegan inocencia
Sobre el sacerdote se conoce muy poco y aunque la Iglesia Católica en Nicaragua no se ha pronunciado hasta el momento, la feligresía realizó una pequeña manifestación en el templo de Boaco desafiando las prohibiciones de protestas que impuso Ortega desde septiembre de 2018, y alegaron la inocencia del sacerdote asegurando que fue "un montaje".
"Estamos aquí porque nos queremos manifestar por toda la injusticia en contra de nuestro párroco. Todo fue muy organizado, pero por muy fuerte que sean Dios los va a castigar, todo lo que han dicho es muy falso, por eso queremos libertad para nuestro sacerdote. Esto es demasiado, ya van dos sacerdotes", dijo una mujer que sostenía una pancarta en mano a un reportero local.
"Esperemos que haya justicia en el nombre de Jesucristo, ¡libertad, libertad!", coreaban otros feligreses con pancartas.
"Nosotros queremos decirle a todo el pueblo que no crean lo que esta pasando, sabemos que hay cosas delicadas de por medio, pero la justicia divina va a prevalecer", dijo otra mujer.
El periodista Francisco Cantillano que dio cobertura a esta manifestación, la Policía le quitó su teléfono celular, según informó el medio 100 % Noticias, que también aseguró que el reportero fue citado a la estación de la institución policial para este jueves.
Este es el segundo religioso detenido
La detención del sacerdote de Boaco se convierte en el segundo caso contra la Iglesia católica. El 1 de junio fue detenido el párroco Manuel Salvador García, de la iglesia Jesús de Nazareno, por los supuestos delitos de amenazas contra con arma contra cinco personas.
García era crítico al gobierno de Ortega y su detención fue antecedida por patrullas que se apostaban en las afueras del templo para grabar las homilías, según testigos locales.
El sacerdote García fue declarado culpable y se le condenó a dos años de prisión por supuestas amenazas y también por presuntas lesiones psicológicas y físicas en perjuicio de una mujer la cual también fue acusada y encarcelada por "falso testimonio" al declarar que no fue agredida de forma "dolosa" por el cura.
"Llama la atención la forma expedita de estos casos"
Los opositores consultados por la Voz de América aseguran que llama la atención que desde el inicio de este gobierno en 2007, "nunca se hubiese tomado en cuenta una acusación o denuncia en contra de sacerdotes u otras autoridades, con denuncias a violación a menores o violencia contra mujeres".
"En estas dos situaciones de estos dos sacerdotes, la actuación ha sido extremadamente expedita. Tomando en cuenta los antecedentes, uno tiene que pensar mal y al menos preguntarse qué hay detrás de estas acusaciones", se cuestiona la activista opositora Ana Quiros, integrante de la organización Unidad Nacional Azul y Blanco.
"No solo llama la atención la velocidad con la que actuaron, sino la feligresía de Boaco que dicen que es un caso de historia creada con el fin exclusivo de golpear a la iglesia", indicó la opositora a la VOA.
Según la activista también "queda al descubierto la verdadera intención de este régimen y de sus autoridades" de ocultar los hechos "al confiscar un equipo periodístico a un periodista".
El exembajador de Nicaragua en la OEA, Arturo McFields también se pronunció al respecto en Twitter y denunció "una cacería infernal contra la iglesia". "El Papa Francisco Francisco, ya no puede seguir callado mejor sería que renuncie si no protege y defiende a su iglesia", arengó McFields.
El abogado Yader Morazán, quien se desempeñó por más de cinco años en un juzgado especializado en violencia contra la mujer en Nicaragua, subrayó que lo llamativo sobre la nueva detención de un religioso, es que en estos procesos, lo más importante es proteger a la víctima, su identidad e integridad, y con más razón, cuando se trata de una niña. "Nunca se había visto darle tanta publicidad a este tipo de procesos", escribió Morazán en la misma red social.
Ortega ha desatado una persecución contra la Iglesia católica, según han denunciado organizaciones y países como Estados Unidos, que señalan que el mandatario ve como enemigo a los sacerdotes por haberse puesto del lado de los manifestantes desde 2018 que se dieron violentas protestas que dejaron más de 300 muertos.
En los últimos meses, Ortega, quien se ha referido a los sacerdotes como "demonios con sotana", ha cerrado varios canales locales pertenecientes a diferentes parroquias. También expulsó hace menos de un mes a un grupo de 18 misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.
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