Estamos ante la amenaza de una extinción
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Estamos ante la amenaza de una extinción

No podemos decir que esta pandemia nos haya cogido por sorpresa. Todo lo que nos está ocurriendo se deriva del cambio climático, del que han venido advirtiendo los investigadores y yo mismo desde hace tiempo. Hemos tenido otras pandemias en los últimos años y se han lanzado advertencias de que algo muy grave podría ocurrir. La actividad humana ha generado estas pandemias porque hemos alterado el ciclo del agua y el ecosistema que mantiene el equilibrio en el planeta.


La pandemia del coronavirus ha dejado más de 346,000 personas fallecidas en el mundo - Fotografía de Getty Images por Kevin Frayer
La pandemia del coronavirus ha dejado más de 346,000 personas fallecidas en el mundo - Fotografía de Getty Images por Kevin Frayer

Es una alarma planetaria


Los desastres naturales -pandemias, incendios, huracanes, inundaciones- van a continuar porque la temperatura en la Tierra sigue subiendo y porque hemos arruinado el suelo. Hay dos factores que no podemos dejar de lado. El primero es el cambio climático, que provoca movimientos de población humana y de otras especies. El segundo es que la vida animal y la humana se acercan cada día más como consecuencia de la emergencia climática y, por ello, sus virus viajan juntos.


Ya nada volverá a ser normal


Ya nada volverá a ser normal. Esta pandemia es una llamada de alarma en todo el planeta. Lo que toca ahora es construir las infraestructuras que nos permitan vivir de una manera distinta. Debemos asumir que estamos en una nueva era. Si no lo hacemos, habrá más pandemias y desastres naturales. Estamos ante la amenaza de una extinción.


Lo primero que debemos hacer es tener una relación distinta con el planeta. Cada comunidad debe responsabilizarse de cómo establecer esa relación en su ámbito más cercano.


La globalización ha terminado


Y sí, tenemos que emprender la revolución hacia el Green New Deal global, un modelo digital de cero emisiones. Tenemos que desarrollar nuevas actividades, crear nuevos empleos, para reducir el riesgo de nuevos desastres. La globalización se ha terminado, debemos pensar en términos de glocalización. Esta es la crisis de nuestra civilización, pero no podemos seguir pensando en la globalización como hasta ahora, se necesitan soluciones glocales para desarrollar las infraestructuras de energía, comunicaciones, transportes, logísticas…


No estamos cambiando nuestro modo de vida


Corea del Sur está combatiendo la pandemia con tecnología. Otros países lo están haciendo. Pero no estamos cambiando nuestro modo de vida. Necesitamos una nueva visión, una visión distinta del futuro, y los líderes en los principales países no tienen esa visión. Son las nuevas generaciones las que pueden realmente actuar.


Tenemos que empezar con la manera en la que organizamos nuestra economía, nuestra sociedad, nuestros gobiernos; con cambiar la forma de ser en este planeta. La nuestra es la civilización de los combustibles fósiles. Se ha cimentado durante los últimos 200 años en la explotación de la Tierra.


El suelo se había mantenido intacto hasta que empezamos a excavar los cimientos de la tierra para transformarlo en gas, petróleo y carbón. Y pensábamos que la Tierra permanecería allí siempre, intacta. Hemos creado una civilización entera basada en el uso de los fósiles.


Hemos utilizado tantos recursos que ahora estamos recurriendo al capital de la tierra en vez de obtener beneficios de ella. Estamos usando una tierra y media cuando solo tenemos una. Hemos perdido el 60% de la superficie del suelo del planeta. Ha desaparecido y se tardará miles de años en recuperarlo.


Somos el planeta del agua


Estamos realmente ante un cambio climático, pero también a tiempo de cambiarlo. El cambio climático provocado por el calentamiento global y las emisiones de CO2‚ altera el ciclo del agua de la tierra.


Somos el planeta del agua, nuestro ecosistema ha emergido y evolucionado a lo largo de millones de años gracias al agua. El ciclo del agua permite vivir y desarrollarse. Y aquí está el problema: por cada grado de temperatura que aumenta como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, la atmósfera absorbe un 7% más de precipitaciones del suelo y este calentamiento las fuerza a caer más rápido, más concentradas y provocando más catástrofes naturales relacionadas con el agua: grandes nevadas en invierno, inundaciones en primavera por todas las partes del mundo, sequías e incendios en toda la temporada de verano y huracanes y tifones en otoño barriendo nuestras costas.


Estamos ante la sexta extinción


Nos enfrentamos a la sexta extinción y la gente ni siquiera lo sabe. Dicen los científicos que van a desaparecer la mitad de todos los hábitats y animales de la tierra en ocho décadas. Ese es el marco en el que estamos, nos encontramos cara a cara con una extinción en potencia de la naturaleza para la que no estamos preparados.


¿Cuánto tiempo nos queda? No lo sé. He sido parte de este movimiento en favor del cambio desde los años 70 y creo que se nos ha pasado el tiempo que necesitábamos. Nunca volveremos dónde estábamos, a la buena temperatura, a un clima adecuado.


El cambio climático va a estar con nosotros por miles y miles de años. La pregunta es: ¿podemos nosotros, como especie, ser resilientes y adaptarnos a ambientes totalmente distintos y que nuestros compañeros en la tierra puedan tener también la oportunidad de adaptarse?


Nos movemos hacia la tercera Revolución Industrial


Si me pregunta cuánto tiempo nos llevará cambiar a una economía no contaminante, nuestros científicos en la cumbre europea del cambio climático en 2018 dijeron que nos quedaban 12 años; ya es menos lo que nos queda para transformar completamente la civilización y empezar este cambio.


La Segunda Revolución Industrial, que provocó el cambio climático, está muriendo. Y es gracias al bajo coste de la energía solar, que es más rentable que el carbón, el petróleo, el gas y la energía nuclear. Nos estamos moviendo hacia una Tercera Revolución Industrial.


La Unión Europea y China se han unido para trabajar conjuntamente y Estados Unidos está avanzando porque los estados desarrollan las infraestructuras necesarias para lograrlo. No olviden que somos una república federal. El gobierno federal solo crea los códigos, las regulaciones, los estándares, los incentivos. En Europa sucede lo mismo: sus estados miembros han creado las infraestructuras.


Están sucediendo bastantes cambios en Europa, China y Estados Unidos


Lo que ocurre en Estados Unidos es que prestamos mucha atención al señor Trump pero, de los 50 estados, 29 han desarrollado planes para el desarrollo de energías renovables y están integrando la energía solar. El año pasado en la conferencia europea por la emergencia climática, las ciudades estadounidenses declararon una emergencia climática y ahora están lanzando su Green New Deal.


Están sucediendo bastantes cambios en Estados Unidos. Si tuviéramos una Casa Blanca diferente sería genial pero, aún así, esta Tercera Revolución Industrial está emergiendo en la Unión Europea y en China y ha comenzado en California, en el estado de Nueva York y en parte en el de Texas.


Los tres Internet de la tercera Revolución Industrial


La nueva Revolución Industrial trae consigo nuevos medios de comunicación, energía, medios de transporte y logística. La revolución comunicativa es Internet, como lo fueron la imprenta y el telégrafo en la Primera Revolución Industrial en el siglo 19 en el Reino Unido o el teléfono, la radio y la televisión en la segunda revolución del siglo 20 en Estados Unidos.


Hoy tenemos más de 4 mil millones de personas conectadas y pronto tendremos a todos los seres humanos comunicados a través de Internet; todo el mundo ahora está conectado.


En un período como el que vivimos, las tecnologías nos permiten integrar a un gran número de personas en un nuevo marco de relaciones económicas. El Internet del conocimiento se combina con el Internet de la energía y con el Internet de la movilidad. Estos tres Internet crean la infraestructura de la Tercera Revolución Industrial. Estos tres Internet convergerán y se desarrollarán sobre una infraestructura de Internet de las cosas que reconfigurará la forma en que se gestiona toda la actividad en el siglo 21.


Vamos a unir al mundo de forma "glocal"


Estamos creando una nueva era llamada glocalización. La tecnología de cero emisiones de esta Tercera Revolución será tan barata que nos permitirá crear nuestras propias cooperativas y nuestros propios negocios tanto física como virtualmente.


Las grandes compañías desaparecerán. Algunas de ellas continuarán, pero tendrán que trabajar con pequeñas y medianas empresas con las que estarán conectadas por todo el mundo. Estas grandes empresas serán proveedoras de las redes y trabajarán juntas en lugar de competir entre ellas.


En la primera y en la segunda revolución, las infraestructuras se hicieron para ser centralizadas, privadas. Sin embargo, la tercera revolución tiene infraestructuras inteligentes para unir el mundo de una manera glocal, distribuida, con redes abiertas.


El papel de las mujeres y su relación con la energía


Somos 7 mil millones de personas y llegaremos muy pronto a 9 mil millones. Esa progresión, sin embargo, se va a terminar. Las razones para ello tienen que ver con el papel de las mujeres y su relación con la energía.


En la antigüedad las mujeres eran esclavas, eran las proveedoras de energía, tenían que mantener el agua y el fuego. La llegada de la electricidad está íntimamente relacionada con los movimientos sufragistas en América. Liberó a las mujeres jóvenes, que iban a la escuela y podían continuar su formación hasta la Universidad. Cuando las mujeres se volvieron más autónomas, libres, más independientes, hubo menos nacimientos.


La revolución de los millones de milenials


Todas mis esperanzas están depositadas en la generación milenial. Los mileniales han salido de sus clases para expresar su inquietud. Millones y millones de ellos reclaman la declaración de una emergencia climática y exigen con pasión un Green New Deal.


Lo interesante es que ésta no es como ninguna otra protesta en la historia, y ha habido muchas, pero esta es diferente: mueve esperanza, es la primera revuelta planetaria del ser humano en toda la historia en la que dos generaciones se han visto como especies, especies en peligro.


Proponen eliminar todos los límites y fronteras, los prejuicios, todo aquello que nos separa; empiezan a verse como una especie en peligro e intentan preservar a las demás criaturas del planeta. Ésta es probablemente la transformación más trascendente de la conciencia humana en la historia.

 

Por: Jeremy Rifkin - Sociólogo y activista en favor de una transformación radical del sistema basado en el petróleo. Asesor de Gobiernos y corporaciones de todo el mundo. Escritor de más de veinte libros.


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