En un hito que supone uno de los peores golpes del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica, el brazo policial de la dictadura nicaragüense allanó durante la madrugada de este viernes la casa cural que resguardaba desde hace varios días, deteniendo al religioso más crítico de la pareja dictatorial.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Política
Matagalpa, Nicaragua
Como ladrón que irrumpe cuando los propietarios duermen, la Policía Nacional de Nicaragua ha ejecutado de forma exprés a las 03:32 a.m. de este viernes 19 de agosto de 2022 un asalto a la Curia Episcopal de la Diócesis de Matagalpa, tras dos semanas manteniendo secuestrados en el lugar a varios religiosos, entre ellos el obispo Rolando Álvarez.
Fuentes eclesiásticas han confirmado a COYUNTURA que el objetivo del allanamiento era detener a monseñor Álvarez, quien fue trasladado a la capital nicaragüense. Además, aseguraron que las circunstancias reflejan que cualquier decisión sobre la vida del sacerdote estará en manos de la pareja dictatorial nicaragüense, cuya persecución religiosa contra la Iglesia católica se ha endurecido en los últimos meses.
Con el obispo matagalpino también se encontraban en la curia José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa, respectivamente; Óscar Escoto, Ramiro Tijerino (rector de la Universidad Juan Pablo II) y Raúl González, sacerdotes católicos; al igual que los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, y el camarógrafo Sergio Cárdenas. Todos fueron separados y trasladados en varias patrullas a un lugar desconocido.
El operativo, realizado de forma ilegal y violenta por las fuerzas especiales de la Policía Nacional, fue liderado por el comisionado general Sergio Gutiérrez, jefe policial de Matagalpa, bajo el mando del también comisionado general y subdirector de la institución, Ramón Avellán. Sin embargo, la institución de seguridad no ha emitido ningún comunicado al respecto, desconociéndose el futuro inmediato del obispo Álvarez y de las otras personas detenidas.
"La Ley establece que los allanamientos se deberán de hacer entre las seis de la mañana y seis de la tarde, y sólo en estos dos casos excepcionales se puede hacer a otra hora: con el consentimiento del dueño de la casa o en casos sumamente graves y urgentes", explica el abogado y exfuncionario público Yader Morazán.
"Teniendo a monseñor Álvarez bajo su control por más de 15 días ¿dónde está la urgencia o gravedad?", se cuestionó.
Mientras tanto, a unos kilómetros del lugar, en Ciudad Darío, un grupo de feligreses se dio a la tarea de resguardar la seguridad del párroco Vicente Martínez, luego de que su parroquia sonara las alarmas de sus instalaciones y replicara las campanas en señal de alerta tras los hechos ocurridos en Matagalpa. La Policía impidió que Martínez realizará una misa el martes 16 de agosto por la mañana.
Persecución contra la Iglesia
Este sería el segundo atraco policial ejecutado en el mes de agosto de este año. El primero fue el realizado a la capilla del Niño Jesús de Praga en la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia de la ciudad de Sébaco, también en Matagalpa, ocupando en ese momento equipo de la Radio Católica de Sébaco tras su cancelación oficial.
La abogada y defensora de derechos humanos, Yonarqui Martínez, aseguró que durante los últimos días "altos funcionarios de la Policía Nacional" recorrieron varias parroquias del país, solicitando las agendas e información de las iglesias católicas. Además, denunció que el régimen nicaragüense podría ejecutar la expulsión de monseñor Álvarez del territorio, o volverlo un preso político más.
"Condeno la cobarde y vil persecución de la dictadura de Nicaragua contra la Iglesia Católica. La Iglesia del mundo entero debe volver los ojos hacia mi país. Necesitamos la oración, la cercanía y la denuncia de toda la Iglesia. Les ruego de corazón: ¡No nos abandonen!", dijo el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez.
Por otra parte, Yoselin Álvarez, sobrina de monseñor Álvarez, denunció a primeras horas de este viernes que la casa de sus abuelos, en donde reside el religioso, fue allanada por la Policía de la dictadura orteguista.
Mientras tanto, la doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), valoró los hechos y los catalogó de irracionales. "Es un agravamiento de la persecución contra la Iglesia, no solo contra sus religiosos, sino contra la Iglesia", expresó la reconocida defensora.
Con las detenciones de esta madrugada, el número de religiosos católicos secuestrados por la Policía a nivel nacional en los últimos tres meses se eleva drásticamente.
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