En un emocionante renacimiento para el baloncesto femenino de Nicaragua, el equipo azul y blanco ha irrumpido en el escenario del Torneo Centroamericano Femenino de 2023 con una presencia imponente y una combinación única de talento caribeño. Después de seis años de ausencia en competiciones de esta categoría, doce excepcionales deportistas de la Costa Caribe del país han demostrado con pasión y destreza que están listas para marcar la diferencia en la cancha. Desde Anahya Hodgson, cuyos primeros pasos con un balón fueron guiados por su madre, hasta Scharllette Allen, la reina de belleza que ahora reina en el deporte.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Bluefields, Nicaragua
En el imponente escenario del Torneo Centroamericano Femenino 2023, la "sele azul y blanco" de baloncesto femenino de Nicaragua ha resurgido con una fuerza avasalladora, demostrando su talento y habilidades deportivas en la cancha. Por primera vez en seis años, el país cuenta con una selección femenina en un torneo de esta envergadura, y el protagonismo recae en doce carismáticas y talentosas deportistas caribeñas que han dejado atrás fronteras y obstáculos para representar a su nación con pasión y orgullo.
Una de las destacadas protagonistas es Anahya Hodgson, una joven de Pear Lagoon, cuyo destino estaba sellado por el baloncesto. Aprendió los fundamentos del juego de su madre, Shanna Williams, y posteriormente, se formó en academias locales antes de perfeccionar sus destrezas en Managua.
Su enfoque, dedicación y habilidades técnicas la han convertido en una pieza clave del equipo, encargada de liderar en la cancha y enarbolar el espíritu caribeño en cada jugada.
Otra figura que brilla con luz propia en el equipo es Scharllette Allen, quien ganó la corona de Miss Nicaragua en 2010. Aunque conocida por su belleza y gracia en los concursos de belleza, sorprende a todos con su dominio del baloncesto. Allen es un ejemplo de que los estereotipos no definen a las mujeres y que el talento puede florecer en múltiples facetas. Su inclusión en la selección azul y blanco es un paso hacia la ruptura de barreras y el reconocimiento de que las mujeres pueden sobresalir en diversas esferas.
En la lista de talentos caribeños se encuentra Shannen Peralta, otra hija de Pearl Lagoon, cuyo desempeño ha sido simplemente espectacular. Peralta ha sido consistentemente reconocida como la jugadora más valiosa y mejor encestadora, lo que la llevó a recibir una oferta para unirse a un equipo universitario en los Estados Unidos.
Desafortunadamente, su sueño de jugar en territorio estadounidense se vio truncado por la negativa de su visa. Sin embargo, lejos de desanimarse, ha seguido demostrando su destreza en el baloncesto, consolidándose como una de las mejores jugadoras en Nicaragua.
Por su parte, Jenny Salomón, la única representante de Puerto Cabezas en el equipo, destaca por su tenacidad y amor al deporte. Su trayectoria en el baloncesto es extensa, y su disciplina y compromiso han sido clave para mantenerse competitiva a lo largo de los años. Salomón es una figura inspiradora, que muestra cómo la pasión y el esfuerzo pueden convertirse en la base del éxito en el deporte.
Pero el talento caribeño no se limita a las fronteras de Nicaragua. Madison Sjogreen, nacida en Estados Unidos pero orgullosa de sus raíces blufileñas, ha dejado una marca imborrable en la selección. Con una talla internacional, ha reforzado el equipo en el campeonato Cocaba, una competencia clasificatoria regional que representa la oportunidad de clasificar a eventos internacionales de baloncesto femenino. Su habilidad y compromiso han dejado en claro que el talento trasciende nacionalidades, y su inclusión ha sido acogida con beneplácito por todas sus compañeras.
Es innegable que el resurgimiento de la "sele azul y blanco" de baloncesto femenino es un evento trascendental para el deporte en Nicaragua. Además de romper una larga ausencia en torneos internacionales, esta selección ha dado un mensaje claro: las mujeres del Caribe -y de todo el país- tienen el talento y la determinación para enfrentar cualquier desafío en el mundo del deporte.
Más allá de la victoria o la derrota en la cancha, este equipo representa una esperanza y un cambio para el baloncesto femenino en la región. Las jóvenes caribeñas han demostrado su capacidad para destacar en una disciplina que, históricamente, ha estado dominada por los hombres. El camino ha sido largo y arduo, pero ahora, con determinación y talento, estas atletas están superando las barreras impuestas por la sociedad y elevando el baloncesto femenino a nuevas alturas.
La presencia de Anahya Hodgson, Scharllette Allen, Shannen Peralta, Jenny Salomón, Madison Sjogreen y las demás jugadoras en la selección es una inspiración para las generaciones futuras de deportistas. Ellas han allanado el camino y demostrado que el género no debe ser una limitante para perseguir los sueños en el mundo del deporte.
El renacimiento de la "sele azul y blanco" de baloncesto femenino en el Torneo Centroamericano 2023 ha sido un acontecimiento trascendental para Nicaragua y toda la región. Estas deportistas caribeñas han desafiado estereotipos y superado obstáculos, mostrando su talento y habilidades en la cancha.
Su presencia en el torneo es una muestra del crecimiento y la inclusión en el deporte, y su legado inspirará a futuras generaciones de mujeres a perseguir sus sueños sin importar las barreras que se presenten. En definitiva, estas nicaragüenses brillan con fuerza, y su determinación es un ejemplo del potencial que existe en el baloncesto femenino de la región, y en el deporte en general.
Con información de Voces En Libertad
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