top of page

Estados Unidos utiliza Guantánamo como antesala de las deportaciones masivas a Nicaragua

La reactivación del centro migratorio en Guantánamo como pivote en las deportaciones hacia Nicaragua y otros países centroamericanos representa un nuevo capítulo en la política migratoria del mandatario Donald Trump en su segundo mandato no consecutivo, caracterizado por la opacidad, la criminalización y la desconexión con los estándares legales internacionales.


Por Jairo Videa | @JairoVidea

Managua, Nicaragua
Migrantes a su llegada a Guantánamo en aviones militares | Fotografía de The New York Times
Migrantes a su llegada a Guantánamo en aviones militares | Fotografía de The New York Times

La administración del presidente Donald Trump ha intensificado sus esfuerzos para deportar a migrantes, especialmente provenientes de América Central, utilizando métodos que han elevado la polémica sobre las prácticas migratorias de Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.). Una de las medidas más recientes y menos transparentes ha sido el envío de migrantes nicaragüenses deportados a la base naval de Guantánamo, en Cuba, antes de su repatriación a Nicaragua. Esta práctica, que se reveló a principios de abril de 2025, ha generado numerosas críticas a nivel internacional, principalmente por la opacidad en torno a las condiciones en las que se encuentran estos migrantes y la falta de información sobre el proceso.


Según fuentes del diario The New York Times, el jueves 03 de abril de 2025 se realizó un vuelo con deportados nicaragüenses que partió desde Alexandria, Luisiana, con 100 migrantes a bordo. Este vuelo hizo una escala en Guantánamo, donde recogió a otros 44 deportados, para finalmente aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Managua. En total, 144 ciudadanos nicaragüenses fueron repatriados en este vuelo, el primero de su tipo desde Guantánamo.


La utilización de Guantánamo para este fin es parte de un esfuerzo por parte de la administración Trump para contener la migración irregular hacia Estados Unidos. Este centro de detención en la base militar, conocido por su historial opaco, se ha convertido en un nodo crucial en la estrategia migratoria del gobierno estadounidense. Históricamente, las instalaciones de Guantánamo han albergado a migrantes interceptados en el mar, provenientes principalmente de Cuba y Haití, pero el aumento de los migrantes centroamericanos ha modificado esta dinámica.


El vuelo G66194, operado por la aerolínea Global X (Global Crossing), es uno de varios vuelos que han sido documentados a través de plataformas de rastreo aéreo como FlightAware. Esta información, recolectada por Tom Cartwright de la organización Witness at the Border, y corroborada por otros rastreadores, revela que los vuelos de deportación hacia Nicaragua y otros países de América Central se están llevando a cabo con una frecuencia quincenal. Estos vuelos, que arriban principalmente los jueves por la mañana, son una práctica recurrente de la administración Trump, pero en este caso, el vuelo hacia Nicaragua es significativo por su escala en Guantánamo.


El régimen nicaragüense, bajo el control de Daniel Ortega y su esposa y comandataria Rosario Murillo, ha mantenido un completo hermetismo sobre estos vuelos, ocultando tanto el número de deportados como sus identidades. Esta falta de transparencia ha generado incertidumbre entre las organizaciones humanitarias y las familias de los migrantes deportados, quienes no tienen acceso a información oficial sobre el proceso.


La base de Guantánamo, utilizada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), ha sido un lugar controvertido desde su creación, principalmente debido a las condiciones de detención y la falta de garantías legales para los migrantes. Las instalaciones de la base no están sometidas a las mismas leyes migratorias que rigen en el resto de los EE.UU., lo que genera una situación jurídica compleja para los detenidos.


De acuerdo con un informe publicado por The New York Times en septiembre de 2024, las condiciones de vida en Guantánamo son extremadamente precarias. Los migrantes han denunciado el uso de gafas de visión opaca durante los traslados, lo que dificulta su orientación dentro de la base, y la constante vigilancia de sus conversaciones con abogados. Las instalaciones, además, están infestadas de ratas, lo que agrava las condiciones de vida de los detenidos. Esta falta de acceso a un debido proceso y la opacidad de las operaciones en Guantánamo han suscitado fuertes críticas de organismos internacionales de derechos humanos.


La decisión de trasladar a migrantes a Guantánamo ha generado reacciones tanto dentro de EE.UU. como en la comunidad internacional. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han levantado la voz en contra de las condiciones de detención y la falta de transparencia en el manejo de estos casos. La inquietud también ha llegado a otros países de América Latina, particularmente México, que ha presentado quejas formales para evitar que sus ciudadanos sean enviados a Guantánamo.


Además, este proceso de deportación desde Guantánamo se inscribe dentro de un contexto más amplio de endurecimiento de las políticas migratorias por parte de la administración Trump. En enero de 2025, el presidente Trump ordenó ampliar la capacidad de la base de Guantánamo para albergar hasta 30,000 migrantes irregulares. Esta medida se enmarca en un esfuerzo por reducir la cantidad de migrantes que ingresan a Estados Unidos, aunque la implementación de esta política ha sido criticada por la falta de un marco legal claro y por la crueldad de las condiciones de detención.


Las deportaciones a Nicaragua han sido particularmente controvertidas. La administración del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) no solo ha mantenido en secreto los detalles de los vuelos, sino que también ha evitado proporcionar información sobre las políticas migratorias implementadas por Estados Unidos. Esto ha complicado el trabajo de las organizaciones que intentan brindar asistencia a los deportados y ha exacerbado la vulnerabilidad de aquellos que son repatriados.


El proceso de deportación, que ha involucrado tanto vuelos comerciales como militares, ha llegado a más de 152 vuelos hacia Centroamérica, según datos verificados por COYUNTURA de la organización Witness at the Border. De estos vuelos, 60 han sido hacia Guatemala, 54 a Honduras, 26 a El Salvador y 10 a Nicaragua. Sin embargo, lo que distingue a los vuelos hacia Nicaragua es la utilización de aviones militares y el secretismo en torno a los deportados.


La situación para las y los migrantes nicaragüenses es especialmente compleja. Muchos de ellos huyen de las condiciones de represión política y económica en su país, y su repatriación implica un regreso a un entorno de alta vulnerabilidad, donde enfrentan posibles represalias del gobierno de Ortega. Además, la dictadura Ortega-Murillo ha mantenido un control férreo sobre la información y la narrativa en torno a las deportaciones, lo que impide una respuesta adecuada de las organizaciones de apoyo.


La política migratoria de la administración Trump, al intensificar las deportaciones y utilizar Guantánamo como un centro de detención para migrantes, ha dado lugar a una serie de prácticas opacas y controvertidas que han exacerbado la situación de vulnerabilidad de miles de migrantes. La falta de transparencia, las condiciones de detención en Guantánamo y el secreto en torno a los vuelos de deportación hacia Nicaragua plantean serias preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la legalidad del proceso. Mientras tanto, los migrantes nicaragüenses continúan siendo una de las poblaciones más afectadas por estas políticas, enfrentando no solo la represión en su país de origen, sino también un sistema migratorio estadounidense que carece de claridad y justicia.


 

En COYUNTURA, cada noticia y día de trabajo es un acto de valentía respaldado por personas, procesos, fuentes, documentos y perspectivas confiables, contrastadas y diversas, aunque muy a menudo debemos proteger la identidad de quienes informan y/o comentan. Pero la censura, la crisis económica y los obstáculos estatales y de seguridad no detienen a nuestra Redacción; seguimos informando con determinación, desde Centroamérica. Si has sufrido violaciones a tus derechos por un Estado centroamericano, o si quieres contar una historia, contáctanos a través de direccion@coyuntura.co o mediante la burbuja de mensajes en la parte inferior del medio.


Por otro lado, no te pierdas AULA MAGNA, nuestra radio en línea y plataforma de podcasts para la región y su gente, donde el periodismo y el entretenimiento se fusionan las 24 horas del día.


Juntos, construimos el puente de la verdad y la democracia, por eso ten en consideración adquirir una membresía de nuestro programa para socias y socios, con beneficios y servicios digitales únicos.

Comments


⌨️  Alimenta tu lado crítico y respalda nuestra misión como medio independiente
Publicidad:
Publicidad:
⌨️ Suscríbete en COYUNTURA, regala periodismo de calidad y alimenta tu lado crítico

EN DIRECTO

Siga nuestra nueva línea de tiempo, minuto a minuto, con noticias e información en breve. Está pasando, en Centroamérica y el mundo.

EN DIRECTOAula Magna
00:00 / 01:04
Aula Magna | La radio y plataforma de podcasts de COYUNTURA

AHORA: Programación regular
EN CABINA: Hasta las 11:00 a.m.

La radio para Centroamérica, de COYUNTURA

bottom of page