Fallece el doctor Carlos Tünnermann Bernheim, uno de los pocos ilustres que le quedaba a Nicaragua

El Estado del país centroamericano ha sido el primero en pronunciarse sobre la muerte del ilustre doctor y exdocente universitario. La ciudadanía y diversas organizaciones comienzan a esta hora a compartir pésame y memoria sobre el también escritor nicaragüense. La Redacción de COYUNTURA se suma al dolor ante la pérdida de "una persona excepcional e intachable", quien le entregó a nuestro sistema y estilo de vida más de lo que debía.

Por Jairo Videa | @JairoVidea

Ciudadanía

Managua, Nicaragua

El doctor Tünnermann Bernheim el martes 17 de agosto de 2021, cuando la extinta Universidad Centroamericana inauguraba la Sala de Colecciones Especiales y la Biblioteca Doctor Carlos Tünnermann Bernheim, la cual está conformada por más de diez mil unidades documentales, elaboradas o recogidas por el ilustre nicaragüense | Fotografía cortesía

El hombre de las cuatro enes en su apellido ha pasado a otro plano. En la noche del martes 26 de marzo de 2024, Nicaragua perdió a uno de sus más ilustres intelectuales, el doctor Carlos Tünnermann Bernheim, a la edad de 90 años. Su fallecimiento, ocurrido en el hospital Vivian Pellas de Managua, deja un vacío profundo en el ámbito académico y político del país centroamericano. Tünnermann, una figura emblemática en la lucha por la democracia y los derechos humanos, deja tras de sí un legado imborrable marcado por su incansable compromiso con la educación y la justicia social.

Nacido el 10 de mayo de 1933 en Managua, Tünnermann desde joven demostró una pasión por el conocimiento y un compromiso con los valores democráticos que lo acompañarían a lo largo de toda su vida. Inició su camino en la educación en la Universidad de León, hoy conocida como Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), donde estudió derecho. Desde entonces, su trayectoria estuvo marcada por una constante búsqueda de la justicia y la autonomía universitaria. Una de las facetas más destacadas de la vida de Tünnermann fue sin duda su papel como defensor de la autonomía universitaria en Nicaragua. En un momento crucial de la historia del país, Tünnermann lideró movimientos estudiantiles y académicos que buscaban liberar a las universidades del control político y promover una educación pluralista y democrática. Su lucha culminó en 1958, cuando el régimen de Luis Somoza Debayle concedió la autonomía a la Universidad Nacional, un logro histórico que transformó el panorama educativo y el estilo de vida en Nicaragua.

Sin embargo, el compromiso de Tünnermann con la democracia no se limitó al ámbito universitario. En la década de 1970, se unió al Grupo de los Doce, una coalición de intelectuales y empresarios que apoyaban la lucha armada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) contra la dictadura somocista. Su participación en este movimiento lo llevó a desempeñar un papel destacado en el proceso revolucionario que culminaría con el derrocamiento de la dinastía Somoza en 1979.

Tras el triunfo de la Revolución Ciudadana, Tünnermann ocupó cargos de alto nivel en el Gobierno, incluyendo el de jerarca del Ministerio de Educación. Durante su gestión, impulsó la Campaña Nacional de Alfabetización, una iniciativa histórica que llevó la educación a las zonas más remotas del país centroamericano y que fue reconocida internacionalmente por su impacto en la lucha contra el analfabetismo. Desde entonces, Nicaragua comenzó a aprender.

Pero el compromiso de Tünnermann con la democracia no se detuvo con el fin de la revolución. En las décadas siguientes, continuó siendo una voz crítica contra los abusos de poder y las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua. En los años más recientes, se destacó como una fuente independiente y fidedigna para organismos de la sociedad civil y periodistas de medios de comunicación; también fue presidente de la ahora desarticulada Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, una coalición de organizaciones civiles que lucharon en su momento por restaurar el orden y el Estado de derecho en el país, en medio de las manifestaciones sociales y la represión gubernamental desatadas desde abril de 2018.

Su participación en la Mesa de Diálogo con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en 2018 y su papel en la Comisión de Buena Voluntad reflejan el que fue su compromiso hasta el final con la búsqueda de soluciones pacíficas y democráticas para la crisis múltiple que enfrenta Nicaragua. A pesar de las adversidades y las amenazas, Tünnermann nunca renunció a sus principios y siempre defendió la libertad y la justicia para su pueblo. El legado del doctor trasciende las fronteras de Nicaragua y sirve como inspiración para todos aquellos que luchan por un mundo más justo y democrático. Su vida y su obra nos recuerdan que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la determinación pueden abrir camino hacia un futuro mejor. "Que su memoria nos impulse a seguir luchando por los valores que él defendió con tanto vigor y pasión. Descanse en paz, Carlos Tünnermann Bernheim, su legado perdurará por siempre en el corazón de Nicaragua y de todos los que creen en la libertad, la educación de verdad y la justicia", reflexionó la Redacción de COYUNTURA.

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