El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha emitido al menos tres alertas sobre la contaminación atmosférica en Ciudad de Guatemala, calificándola como "muy mala" para la salud pública. Este deterioro en la calidad del aire representa un riesgo significativo para la salud, especialmente para personas con enfermedades respiratorias y vulnerables como niños y adultos mayores.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Ciudad de Guatemala, Guatemala
La situación ambiental en Guatemala ha alcanzado niveles críticos, con el país centroamericano enfrentando una grave crisis debido a los incendios forestales, el arder de basura y la mala calidad del aire. Según datos proporcionados por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), desde el año 2020, más de 145 mil hectáreas de territorio guatemalteco han sido devastadas por los incendios, de los cuales aproximadamente el 80 % se atribuyen a actividades humanas. Esta cifra alarmante ha generado un impacto devastador en la flora y fauna del país, con consecuencias desastrosas para la biodiversidad. Pero, peor aún, en un comunicado reciente, la CONRED informó que en lo que va del año 2024 se han registrado alrededor de 1,300 incendios a nivel nacional, marcando un nuevo récord y exacerbando más la situación crítica, que empeora cada año.
Ante esta emergencia, se ha declarado alerta naranja institucional, lo que ha llevado a un llamado urgente a la acción por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. La alerta naranja implica la activación de diversas medidas de respuesta por parte de las instituciones gubernamentales y la sociedad civil organizada. Se han puesto en marcha funciones específicas del Plan Nacional de Respuesta, como la gestión de centros de acopio, alimentos y la atención especial a los incendios forestales. Sin embargo, la magnitud de la crisis demanda esfuerzos interinstitucionales para garantizar la disponibilidad de recursos y trabajar de manera coordinada en la conservación del medio ambiente.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha emitido advertencias adicionales sobre la mala calidad del aire en la Ciudad de Guatemala. Las estaciones de monitoreo han reportado una categoría "muy mala" de acuerdo con los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de Norteamérica (EPA), lo que representa un riesgo significativo para la salud pública. Recomiendan a la población tomar precauciones y estar atentos a la información oficial proporcionada por las autoridades.
El incendio en el vertedero de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA), ubicado en el kilómetro 22 de la ruta al Pacífico, ha agravado aún más la situación. El humo y la contaminación generados por este incendio han provocado una crisis adicional en la calidad del aire, afectando la salud y el bienestar de las y los habitantes de los departamentos de Guatemala y Sacatepéquez.
Ante esta emergencia, las autoridades han tomado medidas drásticas, incluida la suspensión de clases en los mencionados departamentos. Esta medida de prevención busca proteger a la población, especialmente a los grupos más vulnerables, de los efectos nocivos del humo y la contaminación atmosférica. La Universidad de San Carlos de Guatemala se ha sumado a estas acciones suspendiendo también sus actividades académicas en las zonas afectadas.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres ha desplegado un esfuerzo conjunto para hacer frente a la crisis, coordinando acciones para combatir los incendios y proteger a la población. Se ha establecido un puesto de comando para dirigir las operaciones y se han emitido recomendaciones específicas para minimizar los riesgos para la salud pública.
La Cruz Roja Guatemalteca ha proporcionado orientación a la población sobre cómo protegerse de la mala calidad del aire, instando al uso de mascarillas y al mantenimiento de puertas y ventanas cerradas. Además, se recomienda evitar actividades al aire libre y mantenerse hidratado para mitigar los efectos adversos en la salud. En conclusión, la crisis ambiental en Guatemala es un llamado de atención urgente que requiere una respuesta inmediata y coordinada de parte de todas las partes interesadas. La conservación del medio ambiente y la protección de la salud pública deben ser prioridades absolutas en la agenda nacional, y se necesitan acciones concretas para abordar tanto los incendios forestales como la mala calidad del aire en la zona metropolitana (Villa Nueva, Amatitlán, Ciudad de Guatemala y Mixco).
Las autoridades de la CONRED y del Ministerio de la Defensa (MINDEF) de Guatemala han ofrecido una conferencia de prensa este martes 09 de abril de 2024 para abordar la preocupante situación de los incendios forestales en el país. Henry Saenz, titular del MINDEF, ha destacado que, además de los incendios en varios puntos del territorio, incluyendo áreas sensibles como el Biotopo del Quetzal y el Volcán de Agua, se han identificado casos de incendios provocados, lo que ha llevado a presentar denuncias ante el Ministerio Público (MP). La complejidad del incendio en el vertedero de AMSA ha sido resaltada, ya que el fuego está bajo la superficie de la basura, aunque se ha logrado controlar un 60 % del mismo, esperando su total extinción para el fin de semana -dentro de más de cinco días-. Además, se ha solicitado al presidente Bernardo Arévalo de León la declaración de "estado de calamidad" para acceder a fondos de emergencia y garantizar recursos necesarios para combatir los incendios y sus riesgos y consecuencias.
Las autoridades también han señalado la importancia de seguir las recomendaciones sanitarias debido a la mala calidad del aire provocada por los incendios, así como la necesidad de evaluar detenidamente la situación antes de retomar las clases presenciales en las áreas afectadas. Se destaca el compromiso de preservación del Biotopo del Quetzal y la continuación de los esfuerzos para proteger esta área. Se ha enfatizado la transparencia en el uso de los recursos y la posibilidad de solicitar ayuda internacional para obtener materiales y equipos adicionales.
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