La nueva tasa del 1 % a las remesas en Estados Unidos: golpe a los hogares centroamericanos, con efectos colaterales en toda América Latina
- Redacción Central
- hace 5 horas
- 5 Min. de lectura
En Guatemala, las remesas ya superan el presupuesto estatal, y su banco central calcula que podría perder hasta 225 millones de dólares. En países como El Salvador y Honduras, los flujos de remesas equivalen a una cuarta parte del PIB, según datos del BID. El menor descenso en esos flujos puede representar recortes en salud, educación, alimentos o medicinas para millones de hogares.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua

El pasado 04 de julio, el expresidente Donald Trump firmó una de sus propuestas legislativas más polémicas: una "gran y hermosa" ley que impone un impuesto del 1 % sobre remesas enviadas desde Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) al extranjero. Aunque la tasa es menor al 5 % originalmente planteado, su alcance se amplió de forma significativa: ahora aplica a toda la población estadounidense, incluidos ciudadanos, residentes permanentes e incluso inmigrantes con cualquier estatus migratorio. La medida, diseñada bajo la lógica de financiar políticas migratorias restrictivas, afectará directamente a millones de hogares en América Latina, especialmente en México, India, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
A primera vista, un impuesto del 1 % podría parecer modesto. Pero para las más de 50 millones de personas migrantes que envían dinero regularmente desde EE.UU., la carga es tangible. Cada 1 % de aumento impositivo se traduce, según el Center for Global Development (CGD), en una caída del 1.6 % en el volumen de remesas. Bajo ese escenario, países con economías fuertemente dependientes de esos recursos externos verán recortados cientos de millones de dólares en ingresos esenciales.
México —el mayor receptor global de remesas— podría perder más de 1,500 millones de dólares al año. Guatemala se vería privada de al menos 415 millones. Pero los golpes más fuertes, proporcionalmente, recaen sobre naciones más pequeñas y frágiles: El Salvador perdería el equivalente al 0.62 % de su ingreso nacional bruto; Honduras, el 0.55 %; y Nicaragua, una economía con una creciente dependencia de las remesas, también resentirá el impacto de forma severa.
Nicaragua: entre dependencia y vulnerabilidad
Para Nicaragua, donde casi un millón de hogares dependen del dinero enviado desde el extranjero, este impuesto representa una amenaza directa al sustento familiar. En 2024, según cifras del Banco Central, el país recibió 5,243.1 millones de dólares en remesas, de los cuales 4,340.2 millones (82.8 %) provinieron de Estados Unidos. En apenas el primer trimestre de 2025, las remesas totalizaron 1,441.3 millones, el 83.8 % originadas también desde Estados Unidos.
La aplicación del nuevo gravamen abarca a todos los remitentes, sin distinción de estatus migratorio: desde indocumentados hasta residentes legales o ciudadanos naturalizados. Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, advierte que una reducción en estos flujos —ya sea por la carga fiscal, por las políticas de deportación o por la creciente persecución a migrantes— puede provocar efectos estructurales en la economía nicaragüense, donde las remesas ya representan cerca del 28 % del Producto Interno Bruto (PIB).
El Congreso estadounidense estima que el impuesto generará cerca de 10,000 millones de dólares hasta 2035. La Casa Blanca, por su parte, ha enmarcado la medida dentro de un ambicioso plan de seguridad fronteriza que contempla 170,000 millones de dólares, de los cuales 75,000 se destinarán al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y más de 46,000 al muro fronterizo con México.
"Vamos a imponer un nuevo impuesto sobre el dinero enviado a países extranjeros, y vamos a incrementar dramáticamente las deportaciones a un mínimo de un millón por año", declaró Trump en defensa del proyecto.
Así, el impuesto a las remesas no solo representa una carga para los migrantes, sino que sirve, en última instancia, para financiar las mismas estructuras que buscan detenerlos o expulsarlos.
A pesar del impacto, los especialistas coinciden en que las remesas no desaparecerán. "Lo que se verá es un giro hacia métodos informales", advierte Carmen Leon-Himmelstine, del Overseas Development Institute. Amigos, familiares o intermediarios informales se encargarán de mover el dinero, lo que puede derivar en una mayor participación del crimen organizado o incluso el uso de criptomonedas.
Actualmente, los migrantes ya pagan un promedio de 6.5% en comisiones por el envío de dinero. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha planteado reducir esa cifra al 3 %, objetivo ahora contrarrestado por la nueva tasa fiscal. Leon-Himmelstine advierte que serán las y los migrantes que envían montos pequeños —entre 250 y 300 dólares al mes— quienes asumirán el mayor peso.

La legislación aprobada en EE.UU. especifica que el impuesto solo se aplicará a los pagos en efectivo o a través de cheques físicos. Las transferencias electrónicas, muy comunes en países como México, quedan exentas. La presidenta Claudia Sheinbaum ya ha prometido que su gobierno reembolsará cualquier cobro a los migrantes que se haya realizado injustamente, sin das más detalles logísticos de esta política económica y humanitaria.
Sin embargo, para quienes no tienen acceso al sistema bancario —principalmente los recién llegados o indocumentados— el impuesto será difícil de evitar. Según Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), muchos migrantes recurrirán a personas de confianza para realizar los envíos, lo que podría encarecer aún más el proceso.
Un impuesto simbólico, pero revelador
Aunque los analistas económicos como Mario Campa, de la Universidad de Columbia, coinciden en que el impacto macroeconómico del 1 % es limitado, sí reconocen su carácter político. "Es un mensaje de fuerza contra los migrantes. No busca recaudar grandes sumas, sino mostrar dureza", afirma.
El impuesto también ha sido utilizado como herramienta de presión diplomática. Según Campa, hubo intensos cabildeos por parte de gobiernos latinoamericanos para mitigar su aplicación o excluir ciertos países. La reducción de la tasa del 5 % original al 1% final es, en parte, reflejo de ese esfuerzo.
Pero mientras se debate su efectividad recaudatoria, lo cierto es que su efecto social es palpable: añade una barrera más a la vida de los migrantes, muchos de los cuales arriesgan todo para enviar dinero a casa. "Son los verdaderos héroes de sus países", dice Barrientos. "Envían dinero no porque les sobre, sino porque saben que sus familias dependen de ello", agregó.
La paradoja final es que menos remesas no necesariamente significan menos migración. Por el contrario, al reducirse el apoyo económico en los países de origen, más personas podrían verse forzadas a emigrar en busca de mejores oportunidades.
En Centroamérica, donde las remesas representan más de una cuarta parte del PIB en algunos países, cualquier caída en estos flujos impacta no solo a los hogares, sino también al equilibrio de las economías nacionales. La imposición de un impuesto, por más pequeño que parezca, puede tener consecuencias multiplicadas. La "gran y hermosa ley" de Trump —que busca erigir muros físicos y financieros— podría terminar alimentando los mismos ciclos migratorios que pretende detener.
En COYUNTURA, cada noticia y día de trabajo es un acto de valentía respaldado por personas, procesos, fuentes, documentos y perspectivas confiables, contrastadas y diversas, aunque muy a menudo debemos proteger la identidad de quienes informan y/o comentan. Pero la censura, la crisis económica y los obstáculos estatales y de seguridad no detienen a nuestra Redacción; seguimos informando con determinación, desde Centroamérica. Si has sufrido violaciones a tus derechos por un Estado centroamericano, o si quieres contar una historia, contáctanos a través de direccion@coyuntura.co o mediante la burbuja de mensajes en la parte inferior del medio.
Por otro lado, no te pierdas AULA MAGNA, nuestra radio en línea y plataforma de podcasts para la región y su gente, donde el periodismo y el entretenimiento se fusionan las 24 horas del día.
Juntos, construimos el puente de la verdad y la democracia, por eso ten en consideración adquirir una membresía de nuestro programa para socias y socios, con beneficios y servicios digitales únicos.