Ni Adán, ni Eva, ni Esteban. Ni izquierda, ni derecha

En medio de una encrucijada política tras los comicios generales en Guatemala, la atención se desvía de los planes y habilidades para dirigir el país, hacia posturas ideológicas obsoletas. La polarización fomentada por Sandra Torres eclipsa el debate sustancial, dejando de lado los verdaderos desafíos que enfrenta la nación centroamericana. A medida que la campaña se enfoca en temas como el matrimonio igualitario y las divisiones izquierda-derecha, la falta de propuestas concretas amenaza con sumir a Guatemala en una crisis de liderazgo y estancamiento político.

Por Redacción Central | @CoyunturaNic

Editorial

Ciudad de Guatemala, Guatemala

Fotografía de Coyuntura

Cuatro días después de los comicios generales en Guatemala, celebrados el pasado domingo 25 de junio de 2023, el país se encuentra sumido en una encrucijada política donde la discusión sobre planes, currículum y habilidades para dirigir la nación ha sido reemplazada por una discusión polarizante sin precedentes en torno a posturas ideológicas obsoletas, y ataques y vulneraciones contra comunidades ya vulneradas.

En un claro ejemplo de cómo la confrontación sin argumentos ha superado el debate sustancial, los dos presidenciables que accedieron a la segunda y última contienda por la Presidencia, Sandra Torres del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla, han centrado sus campañas en polarizar a la sociedad guatemalteca en lugar de presentar propuestas concretas y realistas para el desarrollo del país.

Sandra Torres, presidenciable por el partido UNE, ha encabezado una campaña a través de los medios digitales dirigida a señalar rasgos "de izquierda radical" en el partido y la postura de su contrincante, Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla. Incluso lo ha llegado a relacionar con ideologías y posturas que llevarían a Guatemala a convertirse en un país como Nicaragua, Venezuela o Cuba.

Sin embargo, resulta sencillo destronar estos argumentos, ya que tanto el Movimiento Semilla como UNE son partidos políticos basados en la socialdemocracia. Incluso Sandra Torres forma parte de la Internacional Socialista y en 2017 presentó a la UNE como "estandarte de la socialdemocracia guatemalteca". No obstante, de cara al balotaje contra Semilla, Torres muestra un distanciamiento de los principios de su partido.

Uno de los temas más polémicos y divisivos en esta contienda ha sido el matrimonio igualitario. En un video de TikTok, Sandra Torres declaró: "No es Adán y Esteban", dejando clara su postura contraria a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Esta postura refleja una fuerte influencia religiosa, machista, excluyente y violenta contra las personas LGBTIQ+ en la sociedad guatemalteca.

En lugar de basar su postura en argumentos sólidos y razonables, Torres ha optado por alimentar los prejuicios y la discriminación, profundizando las divisiones en lugar de promover la igualdad y el respeto por los derechos humanos.

A pesar de su confianza en que esta vez será presidenta, Sandra Torres ha tenido dificultades para explicar cuál es la diferencia entre la UNE de 2023 y la de años anteriores, cuando perdió en la segunda vuelta. Aunque afirma tener la fuerza electoral suficiente, sus primeros movimientos de cara al balotaje del 20 de agosto han sido atacar a su contendiente y ofrecer protección a los intereses de los empresarios. Sin embargo, los números no le favorecen a Torres este año.

A partir de 2024, la UNE ya no será la primera fuerza en el Congreso, sino la segunda, con solo 28 diputados, detrás del partido Vamos, que ha obtenido 39 escaños. Esta disminución en la representación parlamentaria refleja un desgaste en la popularidad y el apoyo a la UNE en las últimas elecciones, siendo la bancada más pequeña que ha logrado el partido en las últimas tres contiendas.

Por otro lado, el Movimiento Semilla y su candidato, Bernardo Arévalo, han sorprendido a muchos con su inesperado éxito en las elecciones. Con 649,080 votos (11.8 % del total), Arévalo es considerado un voto antisistema, una alternativa a los partidos tradicionales y su retórica vacía. Aunque Sandra Torres desestima este avance y se muestra confiada en su victoria en el balotaje, no se puede subestimar el descontento generalizado que ha llevado a varios sectores de la población a buscar opciones fuera de los partidos convencionales, entre ellos la población LGBTIQ+.

La polarización política y la falta de ideas frescas y viables para abordar los desafíos de Guatemala han dejado al país sumido en una crisis de liderazgo. Es fundamental que los candidatos en el balotaje centren su atención en las verdaderas necesidades de la población guatemalteca, dejando de lado las confrontaciones ideológicas y concentrándose en políticas que fomenten el desarrollo económico, la justicia social y el fortalecimiento de las instituciones. Los derechos humanos de todas y todos, sin importar ideología, sexo, identidad, religión o raza, como lo mandata la Constitución.

Solo así se podrá superar la parálisis política y avanzar hacia un futuro más próspero y equitativo para todas y todos los guatemaltecos. En lugar de alimentar la división y la polarización, basándose en temas "escandalosos" que al final de cuenta la sociedad debe abordar con respeto y humanidad, es hora de que los líderes políticos se enfoquen en construir consensos y encontrar soluciones concretas que beneficien a la sociedad en su conjunto.

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