Nicaragua en el filo del endeudamiento, con las exportaciones sosteniendo la economía
- Redacción Central
- 8 jul
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El desempeño exportador está liderado por sectores tradicionales como el oro en bruto y el café oro, que crecieron un 33.07 % y 68.38 % respectivamente, representando el 20.32 % y el 13.32 % del total exportado en el primer trimestre de 2025. Otros productos importantes incluyen la carne bovina y las prendas de vestir.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua

Nicaragua cerró el primer trimestre de 2025 con una deuda externa total de 15,778.9 millones de dólares, una cifra equivalente al 80.1 % de su Producto Interno Bruto (PIB), según el último informe del Banco Central (BCN). Pese a una ligera disminución trimestral, el país permanece sumido en un ciclo de endeudamiento externo que crece de forma sostenida desde que el sandinista Daniel Ortega regresó al Ejecutivo en el año 2007. Aunque los medios oficialistas calificaron el dato como un "logro económico", aludiendo a una reducción de apenas 3.2 millones de dólares (-0.02 %) respecto a diciembre de 2024, el trasfondo revela una situación crítica. En realidad, la leve baja obedece exclusivamente a la reducción de deuda del sector privado, mientras que la deuda pública continúa al alza, incrementándose en 37.2 millones de dólares durante los primeros tres meses del año.
Cuando Ortega asumió la ahora Copresidencia en 2007, la deuda externa de Nicaragua rondaba los 2,550 millones de dólares. Dieciocho años después, esta cifra se ha multiplicado casi seis veces, acumulando un crecimiento cercano al 600 %. Actualmente, el 55.1 % de la deuda corresponde al sector público, que suma 8,694.9 millones de dólares, mientras el sector privado mantiene compromisos por 7,084.1 millones (44.9 %). Los principales acreedores son instituciones multilaterales (44.1 %), gobiernos bilaterales (31.3 %) y entidades comerciales o proveedores (24.6 %). Esta concentración expone el alto nivel de dependencia financiera del país centroamericano hacia el exterior, lo que lo coloca en una posición de vulnerabilidad ante cambios en las tasas internacionales o condiciones geopolíticas.
Durante el primer trimestre de 2025, Nicaragua destinó 903.9 millones de dólares al pago de su deuda externa, lo que representa una carga financiera considerable para un país con limitada capacidad de generación de divisas. De esa cifra, 783.6 millones fueron pagos de capital y 120.4 millones de intereses y comisiones. La mayor parte de ese peso recayó sobre el sector privado, que asumió el 78.2 % de los pagos, evidenciando la presión que enfrentan las empresas nicaragüenses para cumplir con sus compromisos financieros externos.
Los datos del BCN revelan también que, pese al endeudamiento creciente, la deuda pública mantiene condiciones más favorables: un plazo promedio de 21 años, con 10 años de gracia y una tasa de interés promedio del 2.78 %. En contraste, el sector privado paga intereses promedio de 5.26 % y enfrenta plazos más cortos, particularmente en el sector no financiero, donde el promedio es de apenas seis años. Pese al entorno internacional adverso y el creciente aislamiento político, la economía nicaragüense experimenta un auge exportador que sostiene, en parte, la estabilidad macroeconómica del régimen de Ortega y su esposa y copresidenta Rosario Murillo. Entre enero y mayo de 2025, las exportaciones sumaron 3,566.78 millones de dólares, un incremento del 11.57 % respecto al mismo período del año anterior.
Los sectores más dinámicos han sido el oro en bruto, con 724.67 millones de dólares exportados (33.07 % de incremento), y el café oro, que alcanzó 475.10 millones de dólares (68.38 % más que en 2024). Junto a estos productos, también destacan la carne bovina (355.61 millones) y las prendas de vestir (700.84 millones). No obstante, esta bonanza exportadora es frágil, pues depende de pocos productos y de mercados volátiles, según especialistas consultados por este medio. Más aún, el aumento en las exportaciones se concentra en sectores que no necesariamente se traducen en mejoras sociales o generación de empleo masivo, como la minería aurífera.
Entonces, la economía nicaragüense transita por un camino estrecho, donde el endeudamiento creciente contrasta con el dinamismo exportador, y todo ocurre bajo la sombra de un régimen autoritario que prioriza la estabilidad macroeconómica para sostener su poder. Mientras el Estado celebra las cifras de exportación y minimiza el aumento de la deuda pública, las condiciones internas continúan deteriorándose. El país enfrenta sanciones internacionales, bloqueos de cooperación bilateral, aislamiento político, además de una crisis interna caracterizada por la represión contra la oposición, la iglesia católica, la disidencia institucional y la prensa independiente.
El elevado nivel de endeudamiento externo refleja problemas estructurales de fondo: una economía poco diversificada, una alta concentración del crédito en el sector financiero y una limitada capacidad para generar divisas fuera de las exportaciones tradicionales. Además, la composición actual de la deuda sugiere que, si la administración del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) continúa dependiendo del endeudamiento público como principal fuente de financiamiento, el país podría enfrentar un deterioro aún mayor de su sostenibilidad financiera en los próximos años, en especial si el contexto externo se torna más restrictivo.
Aunque el régimen Ortega-Murillo ha demostrado habilidad para sostener el aparato económico en medio de una crisis múltiple y sanciones, la brecha entre los indicadores macroeconómicos y la situación social es cada vez más profunda. El costo del servicio de la deuda, la concentración en exportaciones vulnerables y la constante presión sobre el sector privado dibujan un escenario incierto para Nicaragua, donde el crecimiento económico sigue subordinado a la estabilidad del Estado y su control férreo sobre las instituciones. La sostenibilidad económica, como la política, parece estar suspendida en un frágil equilibrio, con una deuda que crece a la par del autoritarismo.
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