Un escenario extralimitado

Nadie acertó. Ni un aproximado. Lo que actualmente ocurre en Nicaragua no estaba previsto en los escenarios visualizados, incluso por la oposición. Este es un escenario oscuro, inimaginable y altamente peligroso, y no solo para quienes aspiran al poder.

Para muchos sectores, apaciguados e ingenuos, el peor de los escenarios era que la dictadura consumiera un nuevo fraude electoral, esperando una pizca de cordura de Daniel Ortega y su círculo. Sin embargo, las estrategias y acciones que el binomio del poder han emprendido durante las últimas dos semanas contra precandidatos, líderes opositores y periodistas independientes, son impredecibles, injustificables, carecen de legalidad y están lejos de una política razonable. Simplemente excedieron cualquier límite.

Tanques invisibles

En abril de 2016, en pleno año electoral, Ortega le compró a Rusia más de 50 tanques de guerra. Aunque el mensaje fue sublime, los vehículos quedaron guardados. Sin embargo, para el actual año electoral, Ortega blindó las calles y todos los espacios posibles sin necesidad de tanques. El mandatario se asistió en su Asamblea Nacional para fabricar legislaciones, que fungen cómo tanques invisibles y selectivos, que son ejecutadas para cumplir las amenazas de control absoluto, incluso más allá del proceso electoral.

Queda claro que Ortega y su esposa, Rosario Murillo, dirigen una dictadura criminal. Están enraizando su tiranía, sin sombra ni oposición. No es algo nuevo. Se han delatado como seres débiles, aferrándose a la fuerza de la represión, totalmente incapaces de disputarse el poder y desconfiados de todo su entorno. Son dos locos dictando desenfrenadamente.

Una cárcel por país

"Su forma de tratar a las personas, su forma de manejar el poder, de llevar sus iniciativas adelante, están determinadas por un comportamiento de prisionero", manifestó el periodista Fabián Medina al describir a Daniel Ortega en el libro "El Preso 198". Estas características permiten entender el origen de este escenario.

Ortega convirtió su casa en su propia cárcel, confinado de forma permanente, rodeado de policías, vallas y barricadas.

Las legislaciones aprobadas para este contexto pretenden extender el perímetro de su cárcel en todo el país, asediando, intimidando y dando casa por cárcel de facto a todo aquel que lo confronte. Ya no habrá excepciones, ni para quienes se creen "intocables".

Una realidad fuera de la legalidad y de la lógica. Un sistema carente de credibilidad, de garantías y de respeto a los derechos humanos. Una sociedad en estado de indefensión. La vida de cualquier ciudadano o ciudadana corre peligro en la cárcel que hay por país.

Elecciones en vilo

El debate de participar o no en las elecciones se ha incrementado en los últimos días, y no es para más. Algunos sectores afirman que el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) es el único espacio que le queda a la oposición para hacerle frente a la dictadura por la vía electoral. Pero lo cierto es que la oposición como tal no tiene ningún poder o capacidad de incidencia en dicho partido.

Organizaciones y personas opositoras, que han sido avasalladas por Ortega, son desconocidas y descalificadas por la dirigencia de CxL, institución partidaria que está dispuesta a participar en las condiciones que sean, con el candidato que sea. Una estrategia muy peligrosa, que no termina de convencer.

Dicha casilla pende únicamente de la voluntad de la dictadura, sobreviviendo hasta el día de hoy por decisión de los Ortega-Murillo.

Mientras tanto, los colaboradores y aliados del partido CxL están invitados a dar muestras de apertura, confianza y credibilidad, sobreponiendo los intereses del país y no de la casilla. Al menos que ese sea el objetivo. Un gran favor le harían al país si lo dejan claro.

Otros actores afirman incesantemente que, aunque Ortega esté decidido a consumar el fraude, necesita cierta legitimidad que solo CxL puede brindarle. Sin embargo, la dictadura parece ya no necesitar un brochazo de legitimidad.

Queda en vilo si todas las crisis que arrastra el país se resolverán por la vía electoral.