Cuando de deportes se trata inclino toda mi pasión al que consideramos “el deporte rey del país”. Así es; soy fanático del béisbol y fui uno de los que se emocionó cuando en febrero del 2014 se dio a conocer la noticia de que el gobierno de China Taiwán, a través de su embajada en Managua, donaría USD $30 millones para la construcción de un estadio de béisbol, pero esa emoción duró poco cuando, al paso del tiempo, llegó a las manos de la corrupción y poco a poco se fue convirtiendo en una estafa. Como dice Silvia Pinal: “Acompáñame a ver esta triste historia…”
Sin duda alguna la construcción de un estadio de béisbol moderno fue una gran noticia para el país por la necesidad de una nueva infraestructura deportiva, tomando en cuenta las deplorables condiciones del Estadio Nacional Dennis Martínez y el reducido presupuesto destinado a la construcción de nuevas obras. La buena voluntad de la Embajada de China Taiwán se hizo llegar, casualmente años después de que el gobierno de China comunista había recompensado a Costa Rica con un estadio de fútbol valorado en USD $100 millones de dólares por haber cortado sus relaciones con China Taiwán. Ese es otro asunto, pero es parte del contexto.
Lo cierto es que el cheque fue firmado y entregado al gobierno de Ortega; lo que no tuvo en cuenta el donante es que Nicaragua es uno de los países más corruptos del continente y esa corrupción es generada por el mismo que recibió el cheque. Lo más factible hubiese sido que el donante entregara las llaves una vez terminada la obra así como lo hizo China comunista en Costa Rica. Estoy seguro de que hubiese quedado mejor que el que están construyendo, pero eso es llorar sobre la leche derramada.
El tiempo pasó y la construcción no daba señales de vida; se estaba quedando como el Tumarín, el Canal o el Supremo Sueño de Bolívar. Eso comenzó a levantar sospechas. El secretario y alcalde en funciones de Managua, Fidel Moreno, estuvo ausente y en pocas palabras desapareció. ¿Por qué nunca iniciaba la obra? ¿Qué había pasado con el dinero del estadio? Cuando las críticas se convirtieron en cataratas inmediatamente pusieron a trabajar la maquinaria de la alcaldía y como por arte de magia Fidel apareció.
De manera paralela el Consejo de la Alcaldía de Managua fue reunido de emergencia para aprobar un préstamo de USD $19 millones para iniciar la construcción del estadio ¿Qué? ¿Desviaron el dinero?
El "mandamás" terminó admitiendo el desvío de dinero; eso fue en enero del 2015. La explicación que dieron es que supuestamente fue utilizado como fondo de emergencia para los damnificados del sismo del 10 de abril del 2014, también dijeron que fueron ocupados para la construcción de Ciudad Belén, lugar donde fueron trasladadas las personas que vivieron durante varios meses en albergues de la capital, en su mayoría personas que vivían en los alrededores del lago de Managua y fueron evacuados por inundaciones al igual que las personas que habían sido desalojadas de las ruinas de la vieja Managua. En fin lograron hacer un solo enredo y obviamente no lo van a desenredar porque no les conviene ya que los números no encajarían.
El proyecto de Ciudad Belén ya se estaba ejecutando desde mayo del 2014, es decir que ya contaba con fondos aprobados. Si el dinero fue utilizado como fondo de emergencia entonces tendrían que explicar qué pasó con el fondo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y con el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ambos destinados a atender emergencias, además ese mismo año se aprobó una reforma al Presupuesto General de la República con el propósito de enfrentar gastos derivados de la emergencia.
A pesar de tanta incertidumbre con el paradero de los fondos, el edificio ha ido tomando forma en una explanada de 10 hectáreas ubicada en el corazón de la capital, contiguo al edificio de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), en el mismo terreno donde se dijo que se encuentra una falla sísmica.
A la vez el avance de la construcción se fue convirtiendo en un show mediático para los medios de la familia presidencia. Luego se dio a conocer que el estadio tendría un costo total de USD $36 millones, todo bajo préstamo a una entidad que no se atreven a develar y cuya deuda sería asumida por el Gobierno central de la República de Nicaragua pero es la Alcaldía de la capital la garante. La Embajada de China Taiwán ha brillado por su ausencia.
Una vez más Daniel Ortega demuestra que hace lo que quiere con la cooperación internacional, misma que ha ido desapareciendo a lo largo de su gestión y ahora nos venderán esta fanfarria como emblema de su gobierno.
Lo que empezó como una donación se convirtió en un gasto público, al igual que muchas obras que terminaron aumentando las cifras de la deuda pública, misma que nosotros los nicaragüenses vamos a saldar. ¿Qué si voy a ir al estadio? ¡Claro! A como dijo un político por ahí "los espacios no se ceden", además fue pagado con nuestros riales.
*Las obras del estadio deben estar terminadas junto a otras antes del inicio de los juegos centroamericanos.
*La Embajada de China Taiwán en Managua no quiso confirmar si los fondos para Ciudad Belén fueron los mismos que iban destinados para la construcción del estadio.