El panorama político de El Salvador dio un giro radical este jueves 30 de noviembre de 2023, cuando la Asamblea Legislativa aprobó la licencia del presidente Nayib Bukele para que el autodenominado "rey filósofo" pueda centrarse en su campaña de reelección para el 2024, dejando la Presidencia del país centroamericano en manos de Claudia Juana Rodríguez de Guevara, quien hasta ayer era la secretaria privada de Nayib. Este hecho histórico marca la primera vez que una mujer asume el Poder Ejecutivo. Sin embargo, detrás de este nombramiento, surgen preguntas sobre la continuidad del liderazgo y el respeto a la legalidad constitucional en un escenario político marcado por la polémica y los deseos del oficialmente candidato a la reelección inconstitucional, Bukele.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
San Salvador, El Salvador
Este jueves 30 de noviembre de 2023 quedará marcado en la historia de El Salvador como el día en que Claudia Juana Rodríguez de Guevara ascendió al más alto cargo del país centroamericano, casi como una desconocida, convirtiéndose en la primera mujer en ejercer la Presidencia. El presidente Nayib Bukele, inmerso desde hace varios meses, según analistas y periodistas independientes, en la campaña para su reelección, delegó la responsabilidad a Rodríguez de Guevara mediante un proceso político que no estuvo exento de controversias. Hasta hace apenas un día, el nombre de Claudia Juana Rodríguez de Guevara no resonaba para muchos en la esfera pública salvadoreña. Su perfil en la red social X parece el de una seguidora más de Bukele y sus funcionarios más leales. Sin embargo, su estrecha relación con Nayib, la catapultó a la secretaría privada de la Presidencia el jueves 17 de marzo de 2022, sucediendo a Ernesto Castro, quien actualmente lidera el Poder Legislativo.
Graduada en Administración de Empresas, Rodríguez de Guevara ha acompañado a Bukele desde sus primeros pasos en la política, iniciando su colaboración en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán en el año 2012, donde ella desempeñó el rol de gerente financiera. Su hoja de vida, disponible en el Portal de Transparencia del Gobierno, revela una trayectoria sólida en diversas instancias gubernamentales, desde la gerencia financiera de dicha alcaldía hasta la Presidencia Ejecutiva de la Junta Directiva de la Dirección Nacional de Obras Municipales.
Además, su vínculo con Bukele se extiende al ámbito empresarial, habiendo ocupado el cargo de directora financiera en Obermet, una empresa vinculada a la familia del presidente.
El ascenso de Rodríguez de Guevara -quien desde septiembre de 2021 auguraba otro mandato de Bukele para el período 2024-2029- a la Presidencia de El Salvador no estuvo exento de controversias y críticas. El Congreso, controlado en su mayoría por el oficialismo, aprobó con 67 votos a favor y 11 en contra su designación como presidenta interina. Esta elección se dio en el contexto de la licencia de seis meses concedida tanto al presidente Bukele como a su vicepresidente, Félix Ulloa, para dedicarse a la campaña electoral de cara a los comicios de febrero de 2024, en los que ambos buscan reelegirse a toda costa.
Las voces de la oposición expresaron su rechazo a la concesión de licencias, argumentando que la reelección presidencial inmediata va en contra de la Constitución salvadoreña. La diputada Dina Argueta del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) señaló: "Sabemos que la figura del designado presidencial va a utilizarse para ejercer las funciones cuando el presidente va a la reelección, lo cual es ilegal".
El nombramiento de Rodríguez de Guevara ha generado dudas y críticas, especialmente debido a su estrecha relación con Bukele. Diputados de la oposición cuestionaron su elección, resaltando la importancia de la idoneidad para ocupar cargos públicos. "¿Cuáles son las calificaciones que esta persona tiene y que el Gobierno ha tomado en cuenta para ponerla en este lugar?", cuestionó Héctor Silva, concejal de la alcaldía de San Salvador por Nuestro Tiempo.
La nueva presidenta interina, por su parte, no ha emitido declaraciones públicas sobre sus planes o líneas de gestión. Analistas y políticos opositores consultados por los medios independientes especulan sobre la continuidad de la agenda política de Bukele bajo su liderazgo, con algunos sugiriendo que será difícil esperar un cambio significativo.
El Salvador se encuentra en un momento crucial de su historia política. La decisión de permitir la reelección presidencial inmediata ha desatado controversias y tensiones en el ámbito legislativo, en las calles, en los medios de comunicación y en espacios de diálogo a nivel centroamericano, reflejando la polarización que caracteriza a la actualidad política salvadoreña.
La figura de Claudia Juana Rodríguez de Guevara, antes desconocida para muchos, se convierte ahora en el rostro de la administración del país durante los próximos meses. Su papel y las decisiones que tome serán escrutadas de cerca en un contexto en el que las críticas y cuestionamientos abundan, y las expectativas de la ciudadanía están en constante evolución.
Con Bukele en licencia y Rodríguez de Guevara al frente del país, El Salvador se adentra en un periodo de incertidumbre política. La licencia concedida al presidente para dedicarse a la campaña electoral, a pesar de las objeciones de la oposición y en al menos seis Artículos de la Constitución, plantea interrogantes sobre la interpretación y aplicación de las normas constitucionales.
El ascenso de Rodríguez de Guevara como la primera mujer en ejercer la Presidencia de forma interina ofrece una perspectiva única sobre el papel de las mujeres en la política salvadoreña. Sin embargo, la sombra de la polémica rodea su nombramiento, y la ciudadanía observará de cerca cómo se desarrolla esta nueva etapa en la historia del país.
Bukele va otra vez por el mismo botín
Según el decreto de licencia aprobado, Bukele y Ulloa mantendrán sus cargos de presidente y vicepresidente de la República, respectivamente, sin perder la investidura. A pesar de ello, Bukele conservará únicamente las "funciones pasivas" asociadas al cargo, como las garantías de protección física, jurídica y política, incluyendo el acceso al batallón presidencial.
No obstante, a partir de este viernes 01 de noviembre de 2023, Bukele verá limitadas sus atribuciones en los siguientes aspectos:
La conducción política y administrativa del aparato estatal.
El monopolio del uso de la fuerza estatal.
Su participación en el proceso de formación de leyes.
Cualquier otra competencia que recaiga en la designada presidencial.
La posibilidad de la reelección de Bukele en 2024 se abrió con una interpretación de la Sala Constitucional en septiembre de 2021. A pesar de las críticas que consideran el fallo inconstitucional, la resolución del órgano permite al presidente buscar un segundo mandato consecutivo. Este precedente genera tensiones entre aquellos que defienden la decisión de la Sala y quienes la consideran un riesgo para la democracia.
La estrategia política de Bukele durante su licencia se manifiesta en proyectos y anuncios que buscan mantener su imagen positiva. La inauguración de una clínica y un Estadio nacional vanguardista en cuanto a arquitectura y espacio financiado por China reflejan su habilidad para conectar con la población. Estos proyectos, presentados en el contexto de su licencia, podrían impactar en la percepción pública, según analistas consultados por COYUNTURA, y generar respuestas tanto a favor como en contra.
La designación de Claudia Juana Rodríguez de Guevara como presidenta interina de El Salvador marca un punto de inflexión en la política del país centroamericano. Su liderazgo, su relación con Bukele y las decisiones que tome durante este período influirán no solo en el rumbo del país en los próximos meses, sino también en la percepción de la democracia y la gobernabilidad en El Salvador. La historia está en marcha, y el pueblo salvadoreño observa con atención los acontecimientos que marcarán el destino de su nación en los próximos meses.
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