Costa Rica tiene una cita con las urnas el próximo 06 de febrero, para elegir su nuevo Presidente y Vicepresidentes, además de 57 diputados que conformarán la Asamblea Legislativa.
Por Israel Vallejos | @IsraelVallejos
Elecciones 2022
Alajuela, Costa Rica

El país centroamericano vive una coyuntura histórica al tener 25 propuestas partidarias, en donde la última encuesta realizada por el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) muestran una intención de voto liderada por el expresidente José María Figueres del Partido Liberación Nacional (PLN), seguido de la ex vicepresidenta del gobierno de Abel Pacheco, Lineth Saborío del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
En tercer lugar, el candidato conservador y pastor evangélico Fabricio Alvarado, quien pasará en 2018 a segunda ronda. Fundó otro partido llamado Nueva República (NR).
Se le aproximan el excandidato en 2014, José María Villalta del Frente Amplio, Rodrigo Chávez del Partido Progreso Democrático, Eliécer Feinzaig del Partido Liberal Progresista y el oficialista Welmer Ramos del Partido Acción Ciudadana.
El último sondeó refleja que ninguno podrá llegar al 40 % de los votos requeridos para ganar la primera vuelta, por lo que la campaña se ha convertido en una carrera para pasar a la segunda ronda, que sería el domingo 03 de abril de 2022. Además, según la última encuesta, el 43 % de los votantes se encuentran indecisos sobre su voto.
Figueres reúne un 15 % de apoyo, seguido de Saborío que aglutina un 14 %, mientras que Alvarado agrupa un 11 %, por lo que ninguno lograría el gane el próximo 06 de febrero.
Más abajo se encuentra José María Villalta con un 8 %, Rodrigo Chávez con un 6 % y el oficialista Welmer Ramos con un 1 %.
La encuesta se realizó gracias a 1,200 entrevistas mediante llamadas telefónicas, realizada entre el miércoles 19 y viernes 21 de enero, cuyo margen de error es del 3 %.
Segundas rondas en Costa Rica ya son regla
Aunque el discurso de los aspirantes presidenciales se mantiene centrado en un triunfo en primera ronda, sus equipos y servicios de estrategia empiezan a aceptar que la lucha ya no es tanto por el primer lugar, necesariamente, sino por uno de los dos primeros, sin importar cuán distante esté el segundo respecto del líder.
La experiencia en Costa Rica prueba que en una segunda ronda no es segura la victoria para quien gane en la primera. Esto último ocurrió en 2002 (Abel Pacheco) y 2014 (Luis Guillermo Solís). Pero en 2018, Fabricio Alvarado superó a todos en la primera vuelta y fue superado en la segunda, lo que le dio el triunfo a Carlos Alvarado, quien había obtenido apoyo de solo el 14 % del padrón nacional dos meses antes.
Estos antecedentes, la fragmentación del respaldo electoral, las abundantes dudas del electorado y la propensión a decidirse en los días u horas finales dan a varias candidaturas esperanzas de una victoria que, sin embargo, depende de múltiples factores.
Los datos indican que 23 % de los indecisos señalan la necesidad de más información sobre las propuestas, otro 23 % está aún esperando debates presidenciales, 17 % contestó que se debe revisar los planes de gobierno, 6 % da más importancia a conversaciones con familiares y amistades, y un 7,5 % desconoce cuáles serían los criterios o se los reserva.
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