Diplomacia estratégica y economía extractiva: China consolida su huella en Nicaragua con cuatro años de relaciones, mientras crecen las alertas ambientales y comerciales
- Redacción Central
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El canciller sandinista Valdrack Jaentschke definió este mes el vínculo como una "asociación estratégica" para enfrentar los desafíos globales y participar en la construcción de un orden internacional "más justo y solidario". En la misma línea, el recién estrenado embajador chino en Managua subrayó que se han sentado bases de largo plazo orientadas al "bien común", mientras que Nicaragua reiteró su respaldo al principio de "una sola China", posición reafirmada por Gustavo Porras como un asunto de soberanía y autodeterminación. Los chinos son por mucho los nuevos "colonizadores" del país centroamericano; se llevan el oro y dejan negocios para vender lo suyo.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua

Lejos de las fiestas navideñas, Managua este mes de diciembre fue escenario de un acto político y diplomático cuidadosamente diseñado para subrayar un mensaje central del régimen nicaragüense: la relación con la República Popular China no solo está viva, sino que se proyecta como uno de los ejes estratégicos del actual modelo de poder monárquico y de inserción internacional del país, cada vez más solo. A cuatro años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas —retomadas en diciembre de 2021 tras la ruptura con Taiwán—, ambos régimenes celebraron lo que definieron como una etapa de "avances extraordinarios", cooperación acelerada y una alianza política alineada con la narrativa de un nuevo orden mundial "multipolar".
La conmemoración, realizada en Managua, reunió a altos funcionarios del Órgano Ejecutivo, representantes del Legislativo y a la delegación diplomática china. El discurso oficial giró en torno a la hermandad partidaria, la cooperación técnica y la ejecución de proyectos de gran escala, bajo el liderazgo "chanfaina" de Daniel Ortega, su esposa y comandataria Rosario Murillo y el muy, muy, muy lejano amigo, Xi Jinping.
Diplomacia de partido a partido y alineamiento geopolítico
Desde la administración del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el énfasis no se colocó únicamente en los vínculos entre Estados, sino en la relación orgánica entre el oficialismo nicaragüense y el Partido Comunista de China, que celebran además cuatro décadas de relaciones partidarias. Para el Ejecutivo sandinista, esta dimensión ideológica es clave para explicar la rapidez con la que se han concretado acuerdos y proyectos.
El canciller Valdrack Jaentschke sostuvo que la relación bilateral ya se articula como una "asociación estratégica" orientada a enfrentar los desafíos globales y a participar en la construcción de un orden internacional "más justo y solidario". En la misma línea, el asesor presidencial y ministro sandinista Laureano Ortega Murillo destacó que los "avances" se reflejan en programas de inversión, cooperación técnica y grandes obras, presentadas como evidencia de una relación madura y en expansión, pero con pocos números para verificarlo.
Durante la ceremonia, la Nicaragua sandinista reiteró su respaldo al principio de una sola China, una posición que el presidente de la Asamblea Legislativa, Gustavo Porras, vinculó directamente con la "defensa" de la soberanía y la autodeterminación. El acto también sirvió para dar la bienvenida formal a Qu Yuhui, nuevo embajador chino en el país centroamericano, reforzando la proyección de largo plazo del vínculo bilateral.































