La suspensión de la oficialización de los resultados obtenidos en las urnas el 25 de junio y su depuración por orden de la sala constitucional de Guatemala genera el rechazo de la ciudadanía -desde horas antes de su anuncio en medio de un puente vacacional-. El órgano advierte que se debe respetar la segunda vuelta, prevista para el 20 de agosto, para garantizar así la alternabilidad del poder. Mientras algunos sectores defienden la libre expresión del pueblo guatemalteco en las urnas, otros respaldan la depuración como un medio para garantizar la transparencia y la integridad del proceso.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Ciudad de Guatemala, Guatemala
La Corte de Constitucionalidad de Guatemala, en medio de un puente vacacional a nivel nacional, emitió este sábado 01 de julio de 2023 una orden de suspensión de la oficialización de los resultados de las Elecciones Generales del domingo 25 de junio. La medida se toma en respuesta a las supuestas irregularidades planteadas por nueve partidos políticos, entre ellos Cabal, Nosotros, Cambio, Valor, el oficialista Vamos, y Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), cuya candidata, Sandra Torres, espera disputar la segunda vuelta. La sala constitucional ordena que se repitan las audiencias de escrutinio en todas las juntas electorales del país y, si es necesario, se realice un recuento de votos para "depurar" los resultados antes del 20 de agosto, fecha programada para el balotaje presidencial entre Torres y la sorpresa de la jornada de hace una semana, el candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo.
La decisión de suspender la oficialización de los resultados electorales -que ya habían sido considerados como una "tendencia definitiva" por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), con más del 98 % de las actas escrutadas- impone importantes repercusiones en la sociedad guatemalteca y ha generado reacciones encontradas en los diferentes sectores políticos y sociales del país centroamericano. Mientras algunos sectores de la oposición, como el presidenciable Arévalo, defienden la "libre expresión del pueblo guatemalteco en las urnas" y exigen respeto a la voluntad popular, otros respaldan la medida tomada por la Corte de Constitucionalidad para "garantizar la transparencia y la integridad del proceso electoral".
Organismos internacionales como la Unión Europea (UE) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) han emitido opiniones al respecto. Ambas misiones de observación electoral destacan que las votaciones se llevaron a cabo de manera ordenada y sin incidentes masivos, más allá de manifestaciones y violencia electoral en algunos municipios. Llaman al respeto de los resultados. La OEA enfatiza la importancia de mantener la integridad y el respeto a la expresión del pueblo a través del voto, mientras que la misión de la UE insta a las instituciones judiciales y a los partidos políticos a respetar la "clara voluntad" de las y los ciudadanos expresada en las elecciones el domingo pasado.
El proceso electoral en Guatemala se llevó a cabo el 25 de junio. Según el órgano electoral, se registraron al menos 4,158,536 votos válidos para los curules en el Ejecutivo. Con el 98 % de las actas procesadas, se anunció una segunda vuelta entre Torres, candidata que de la noche a la mañana se convirtió en conservadora, del partido socialdemócrata UNE, y Arévalo, del también socialdemócrata Movimiento Semilla. El avance de Arévalo es considerado sorprendente, ya que ha superado las predicciones de las encuestas y ha logrado captar la atención de la población guatemalteca, rompiendo el statu quo en el país, impuesto por la corrupción sistemático en el Estado y las instituciones, y por la elite económica.
Analistas políticos y expertos en temas electorales atribuyen el avance de Arévalo al descontento ciudadano y al rechazo hacia las opciones que representan la continuidad del autoritarismo prevaleciente durante el Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, quien tampoco pudo liderar la lucha contra la corrupción instaurada en las instituciones guatemaltecas.
Durante los últimos años, Guatemala ha enfrentado una serie de desafíos políticos y sociales, como la corrupción generalizada, la falta de oportunidades económicas y la violencia endémica. Estos problemas han generado un ambiente de frustración y desconfianza hacia las instituciones políticas y han llevado a un aumento en la demanda de cambios profundos en el sistema político del país.
En este contexto, la suspensión de los resultados electorales genera interrogantes sobre el futuro del proceso electoral en Guatemala. Mientras algunos defienden la validez de los resultados y exigen respeto a la voluntad popular, otros respaldan la medida tomada por la Corte de Constitucionalidad para garantizar la "transparencia y la integridad del proceso".
Sin embargo, es importante señalar que esta suspensión no implica la anulación de las elecciones, sino que busca corregir posibles irregularidades y asegurar que el proceso electoral se desarrolle de manera justa y equitativa. De hacer -y haber echo- bien su trabajo, el TSE debe llegar a la misma conclusión: Torres y Arévalo se enfrentarán el 20 de agosto en la ronda final para la Presidencia. La denuncia de "fraude" de los nueve es considerada por opositores y jóvenes consultados por COYUNTURA como una trama más encabezada desde el "pacto de corruptos". Que "no hay duda" de que Semilla ganó en muchas mesas a nivel nacional.
La situación sigue en desarrollo y será crucial seguir de cerca los acontecimientos para comprender las implicaciones democráticas y políticas de esta suspensión. Guatemala se encuentra en un momento crítico de su historia, donde se deben tomar decisiones fundamentales para fortalecer el sistema democrático y garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones. La transparencia, la rendición de cuentas y el respeto a la voluntad popular son valores fundamentales que deben ser salvaguardados en todo proceso electoral. "La Corte Constitucional y el Organismo Judicial deben respetar el voto ciudadano", señalan.
La confianza de la población en las instituciones y en el sistema político del país depende de ello. Una muestra de las exigencias de transparencia y respeto al proceso electoral es la manifestación exprés realizada frente a la sala constitucional en Ciudad de Guatemala este sábado 01 de julio, horas antes de que se oficializara la orden en relación a los comicios en el país centroamericano.
"En las urnas, no en las cortes", gritaban jóvenes y adultos que acudieron a la protesta, en la que también estuvo el presidenciable de Movimiento Semilla, segundo favorito en la primera vuelta.
"Hemos venido a defender la libre expresión del pueblo de Guatemala en las urnas. Una libre expresión que hoy, los mismos de siempre, que le tienen miedo a la democracia, que le tienen miedo a la decencia, están empeñados en arruinar. La resolución que ha sido emitida por la Corte de Constitucionalidad hoy es una resolución que se ha emitido fuera del marco legal, porque la Corte de Constitucionalidad no tenía competencia para conocer este amparo (emitido por los nueve). Este amparo debería de haber sido enviado a la Corte Suprema de Justicia, y el otro a un Tribunal de Primera Instancia para que fueron calificados, y calificar su procedencia. Adicionalmente, al darle tramite se violaron las normas y los plazos establecidos en la legislación para este tipo de amparos. Todo por el propósito de sacar una resolución que busca empantanar el proceso electoral, y amenaza con diferir indefinidamente la segunda ronda", declaró Arévalo la noche del sábado 01 de julio en la avenida frente a la Corte de Constitucionalidad en la capital.
"Vamos a defender los resultados de las urnas, obtenidos el domingo 25 de junio. No vamos a permitir que mediante argucias se estafe la voluntad del pueblo de Guatemala", dijo Bernardo Arévalo.
La suspensión de los resultados electorales en Guatemala ha generado tensiones y controversias en todo el país. La decisión tomada por la Corte de Constitucionalidad busca garantizar la transparencia y la integridad del proceso electoral, pero también ha generado interrogantes sobre el futuro de la democracia en Guatemala.
Es crucial que se tomen las medidas necesarias para resolver las irregularidades señaladas y garantizar que el proceso electoral se desarrolle de manera justa y equitativa. La sociedad guatemalteca está ávida de cambios profundos y de una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones. Solo a través de un proceso electoral y resultados transparentes y respetuosos se podrá lograr la estabilidad y el desarrollo que el país necesita.
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