Tamara Dávila: "Esto va a volver a estallar. Es insostenible vivir en estas condiciones"

Luego de una semana convulsa, en donde el panorama electoral empeoró debido al arresto de dos aspirantes a la Presidencia, la socióloga y feminista Tamara Dávila, como miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y del partido Unión Democrática Renovadora (UNAMOS), asegura que a pesar de las circunstancias es prematuro llamar a la abstención, y que aún quedan alternativas para que la oposición presione a Ortega para obtener un proceso competitivo.

Dávila expresa sus perspectivas respecto al desgrane que ha tenido la Coalición Nacional (CN) y analiza el futuro de este bloque opositor, que ha sido desplazado de la contienda electoral. Además, comparte cuál será la forma de apoyo que le darán a los precandidatos inscritos en la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL), y a su vez puntualiza el reto que debe asumir el partido base de dicha alianza mientras siga siendo la opción política que sobrevive en el actual escenario electoral.

¿Era predecible el secuestro de Cristiana Chamorro?

"En esta oleada de represión, lo veíamos venir, pero no deja de impresionar, porque nunca se está preparado para semejante embestida. Este proceso de represión, en medio de un contexto electoral, está vinculado con los liderazgos que pueden pelear y ganarle a Ortega en la contienda.

Entonces, el fraude inicia desde antes y comienza a reprimir al periodismo independiente. Quiere limpiar la mesa eliminando a sus opositores y al periodismo independiente, y en cualquier momento puede pasar con otros.

Lo de Cristiana inquieta porque Ortega arremetió tempranamente contra ella. ¡Apenas está iniciando el calendario electoral! Creo que es porque CxL (partido Ciudadanos por la Libertad) se le ha salido del guion a Ortega.

Luego de la presión que recibió este partido, para dar apertura en su mecanismo a los candidatos que quedaron sin casilla, su temor fue tanto que arremetió un día después de que Cristiana anunciara su inscripción".

¿Qué interpretación tiene la salida del Partido Restauración Democrática (PRD) de la CN?

"La estrategia de Ortega siempre fue dividir cualquier esfuerzo que aglutinara a la oposición nicaragüense. Le tiene terror a una oposición unida, y tuvo miedo de que la CN, con una casilla, pudiese aglutinar un voto masivo. Su estrategia fue dividir para controlar la fuerza de sus oponentes. No se puede negar que en una dictadura cualquier partido político que tiene legalmente una casilla existe por la voluntad del dictador.

El PRD hizo dos cosas que se salieron del guion de Ortega: firmar una alianza de hecho con las seis organizaciones que forman parte de la CN, y con esto se abría la suplencia en los puestos claves de las estructuras del partido; y el segundo gran pecado fue invitar a Cristiana Chamorro al proceso de candidaturas. A los dos días Ortega le cancela la personería jurídica, y a la semana el PRD decidió salirse de la Coalición, porque seguramente el Frente Sandinista le prometió devolverle la personería jurídica si se salía. Ortega sentía que estaba perdiendo el control del PRD, entonces cortaron cabeza".

Los partidos políticos que entraron a la Coalición, y que ya no están, ¿tenían como objetivo ser "caballos de Troya"?

"Las cosas siempre se pudieron haber hecho mejor. La UNAB discutió con la ACJD (Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia) la importancia de solidificar el núcleo fundacional, a como le llamamos desde un inicio, antes de integrar a partidos políticos. Eso no se dio y asumimos las consecuencias.

A estas alturas creemos que el haber mostrado apertura a partidos le metió presión a Ortega. La idea de invitar a estos partidos era para aislar a Ortega y dar una oportunidad para que estos partidos se desprendieran y dejaran el zancudismo. Los estatutos de la CN se establecieron para que estos partidos se comprometieran en dar muestras claras de ruptura con la dictadura, por eso se suspendió al PLC (Partido Liberal Constitucionalista) y luego a YATAMA (partido Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka)".

¿Cuáles son las organizaciones que quedan en la Coalición tras su desgrane?

"La Coalición es una plataforma sin partidos políticos, desplazada de la posibilidad de participar electoralmente como plataforma política. Es una fuerza de oposición que está integrada por el Movimiento Campesino, por la UNAB, ACUN, UNITE y otros tres sectores: víctimas, diáspora y maestros y sindicatos. La CN seguirá siendo un espacio que va de frente contra la dictadura".

¿Cuentan los precandidatos de la Coalición inscritos en la Alianza CxL con el aval de su bloque originario?

"Absolutamente. Tienen el apoyo de la Coalición y de cada organización que la integra. Creemos que si apostamos por la salida de Ortega tenemos que seguir apostando por la unidad y por un liderazgo que aglutine el voto de la mayoría de los nicaragüenses que no están en ninguna plataforma".

¿Se descarta la posibilidad de que la Coalición busque una nueva casilla?

"En lo absoluto. No hay otra posibilidad. No tiene ningún sentido ir a buscar otro partido que esté totalmente controlado por la dictadura. La única alternativa que queda es, al menos, incidir en CxL".

CxL está en una encrucijada muy grande, porque tiene que dar muestras claras de que quiere salir de esta dictadura y que va a defender la voz popular. Que apueste por un liderazgo ganador que pueda vencer a Ortega. Estos días van a ser claves para realmente conocer si este es un partido por el que como pueblo podemos votar".

¿Existe algún vínculo entre UNAMOS y CxL hasta el día de hoy?

"Hay vínculos individuales entre miembros de UNAMOS con algunos liderazgos a nivel local y con algunas dirigencias. Pero de forma institucional, ninguna. No porque nosotros no queramos".

Tras la solicitud de la Coalición a la Organización de Estados Americanos (OEA) para la activación de la Carta Democrática Interamericana, ¿realmente sigue siendo esta una opción?

"Se venció el plazo que la OEA le dio a la dictadura para muestras claras de que se de un proceso electoral transparente. Sin embargo, la dictadura no solamente no dio muestras de establecer reformas que hicieran aceptable las elecciones, sino que incrementó la represión con leyes que criminalizan la movilización y al periodismo independiente. La demanda fue internacional y nacional. Lo que hizo Ortega fue responder con contrarreformas, que son peores que las que habían antes.

El llamado de la Coalición fue consecuente y frontal. Ya es momento de que la OEA se manifieste decididamente alrededor de presionar a Ortega para que la vía electoral siga siendo una posibilidad. Se tiene que actuar ya y el Consejo Permanente debe ser convocado para dar continuidad a la activación del Artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana y toda acción de apoyo fuerte. Ortega es un riesgo para el pueblo nicaragüense y una amenaza para la región".

¿Qué otras vías de presión se pueden contemplar para lograr una elección libre?

"La comunidad internacional se ha manifestado fuertemente en estos días, pero no es suficiente. Aparte de eso, se necesita que la única casilla que está en pie dé muestras claras de querer salir de la dictadura; que (ACxL) siga con su proceso de apertura y logre tener un diálogo con las demás fuerzas políticas que no sean entre ellos mismos. Ya no es una unidad electoral, sino una unidad de fuerzas de oposición; que se logre un proceso consultivo donde se tome en cuenta a la gente para que esto motive ir a votar.

Ortega no nos ha dejado con las manos atadas, porque aquí seguimos. La senda electoral no está agotada. Hay que seguir dando la pelea, a pesar de que la apuesta de la dictadura es que todo mundo se vaya a guardar a su casa. No nos hemos guardado. Seguimos incidiendo en la unidad, por la búsqueda de la libertad y la justicia".

¿Qué pasa si se agota la vía electoral?

"Esto es como una olla de presión que va acumulando, acumulando, acumulando, y que va a volver a estallar. Estoy segura de que esto va a volver a estallar. Ortega está jugando con fuego".

¿Qué te hace estar segura?

"Es insostenible vivir en estas condiciones, no solamente para quienes estamos organizados políticamente, sino para la población en general. Hay una crisis económica tremenda en este país; todos los días hay más gente sin trabajo, las empresas cierran, no hay clima para inversiones. Hay una crisis de salud tremenda. Simplemente es insostenible.

De tanto reprimir y de tanto asfixiar económicamente al pueblo nicaragüense, esto va a estallar. El 17 de abril de 2018 a las siete de la noche, nadie se imaginaba lo que iba a pasar al día siguiente. Así mismo puede volver a pasar. Entre más se cierra Ortega para impedir elecciones libres y competitivas, menos posibilidades de sobrevivencia hay después de noviembre, incluso para él y su familia".

¿Es prematuro plantearse la posibilidad de llamar a la abstención?

"Sí. Es prematuro. La UNAB ha decidido que en este momento no vamos a hacer un llamado como ese. Tal vez en julio o agosto, si el panorama empeora".

¿Cómo podría empeorar?

"Que Ortega no ceda en lo más mínimo para competir; que le quiten la casilla a CxL o que CxL no se abra para aglutinar. Ojalá que CxL esté a la altura del momento que estamos viviendo. Aquí van a darse elecciones, sí o sí, aunque se llame a la abstención. Pero él (Daniel Ortega) necesita un barniz de legitimidad y el único partido que es reconocido como oposición, aún con las debilidades que pueda tener, es CxL. Por eso es que el partido tiene que abrirse".

¿Cómo está UNAMOS y cuál es su apuesta?

"Estamos sumamente comprometidos con la salida de la dictadura. Con la salida frontal. Somos parte de la UNAB y seguimos incidiendo en el trabajo de movilización, más allá de noviembre".