Una Semana Santa bajo el sacrilegio y la persecución copresidencial en Nicaragua
- Redacción Central
- 11 abr 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 abr 2023
MÔs que criminalizada, la Semana Santa nicaragüense de 2023 fue trastocada, la fe manoseada y el paganismo estimulado, bajo una represión sin tregua.
Por Redacción Central | @CoyunturaNic
Managua, Nicaragua

Cientos de miles de feligreses católicos a lo largo y ancho de la cĆ”rcel cristiana, socialista y solidaria que es Nicaragua, sufrieron en carne propia el avance del Estado de terror impuesto por la infame pareja dictadora de El Carmen, quienes desde la sombra de su parcela en Managua se ensaƱaron en prohibir, perseguir y criminalizar una de las festividades religiosas mĆ”s importantes, tanto en el paĆs como en el mundo: la Semana Santa. Sus acciones, mĆ”s allĆ” de violentar la libertad religiosa en el paĆs centroamericano, transgreden e intentan profanar la intimidad de cada individuo que en estas fechas se dedica a contemplar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Esta Semana Santa "las calles para el pueblo" aƱoraron el olor a corozo; se acabaron los altares pĆŗrpuras que indicaban las estaciones para los mĆ”s de 3,000 viacrucis -los cuales fueron prohibidos por las autoridades rojinegras-, y con ello las penitencias cuadra a cuadra, a talón descubierto, de los mĆ”s devotos; este aƱo las judeas fueron dramatizadas con latigazos reales en NindirĆ, Chinandega, León, Masaya y en otros rincones del paĆs, donde incluso hubo quienes se atrevieron a eludir la irracional prohibición policial durante la semana mayor.
La pareja y sus legiones no descansaron los "dĆas santos". Un sacerdote panameƱo fue expulsado hacia Honduras desde San JosĆ© de Cusmapa, en el departamento de Madriz, mientras a otro laico (pĆ”rroco de una congregación en el mismo departamento) se le impidió el ingreso al paĆs. Por otro lado, un corresponsal de Canal 10 fue secuestrado por haber dado cobertura a una procesión en Nandaime, Granada, y otros 20 opositores de bajo perfil tambiĆ©n fueron raptados por civiles y uniformados entre el 01 y el 09 de abril.
AdemÔs, se reportó el asedio en decenas de parroquias, en las que la guardia se apostó en las entradas para impedir la salida de los santos y de todos los tipos de peregrinaciones, que son la esencia universal de la efeméride. Es decir, la paranoia pica y se extiende.
Pero, independientemente de la religión a la que se pertenezca, los cristianos de conciencia, dentro o fuera de Nicaragua, no deben salir del asombro, ni perder dicha capacidad al atestiguar las escabrosas asechanzas del régimen, empeñado en criminalizar el catolicismo, en medio de una lucha que llevó al Papa Francisco a elevar una vez mÔs su plegaria por la nación centroamericana.
"Apoya, SeƱor, a estas comunidades cristianas que celebran hoy la Pascua en circunstancias especiales. AcuĆ©rdate de todos aquellos a quienes se les impide profesar libre y pĆŗblicamente la propia fe", clamó el pontĆfice durante la misa de Pascua en el Domingo de Resurrección al referirse a Nicaragua.
Y justo en esta Pascua se cumplen cinco aƱos desde que el triĆ”ngulo equilĆ”tero entró en crisis, llegando al punto en el que profesar una creencia es motivo de amenazas, asedio, deportación o persecución. MĆ”s que criminalizada, la reciente Semana Santa nicaragüense fue trastocada, la fe manoseada y el paganismo estimulado, bajo una represión sin tregua. Porque no solo se trata de ataques a la iglesia católica. Es en relación al fusilamiento del Ćŗnico espacio de resistencia que queda en el paĆs, y el manoseo descarado de las fechas litĆŗrgicas y de las tradiciones y la cultura de Nicaragua.
SuscrĆbase aquĆ a El BoletĆn de COYUNTURA y reciba las noticias de la actualidad de Nicaragua, CentroamĆ©rica y el mundo.






























