El Canal de Nicaragua: la estafa, el estafador y los estafados

Tras iniciar el contacto con las autoridades del Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua durante el 2012 y concluir negociaciones en el 2013, Wang Jing, presidente de Beijing Xinwei Technology Group (Xinwei Group), aún no inicia ningún tipo de labor para la construcción del supuesto Canal Interoceánico en el país centroamericano, a pesar de que el megaproyecto llamó la atención de inversionistas y logró supuestas cotizaciones millonarias.

Por Jairo Videa | @JairoVidea

Co-Director y Periodista de Coyuntura

Managua, Nicaragua

En esta fotografía de archivo del 14 de junio de 2013, el mandatario nicaragüense Daniel Ortega y el empresario chino Wang Jing sostienen un contrato de concesión para la construcción del multimillonario canal en la Casa de los Pueblos en Managua, capital del país | Fotografía de AP por Esteban Félix

El valor de mercado que obtuvo Xinwei Group tras vender el proyecto de Nicaragua por todo lo alto fue de al menos USD $31 mil millones de dólares, generando con ello un nuevo círculo de negociaciones, inversiones y proyectos "fantasmas".

Muchos de estos planes terminaron en escándalos, investigaciones en contra de las partes involucradas, sanciones disciplinarias y unos 150,000 ciudadanos con pérdidas económicas, solamente en China. Al día de hoy se desconoce el paradero del principal responsable de todo este caos: Jing, "el hombre rico más misterioso de China".

EL CANAL

Wang Jing era un completo desconocido en Nicaragua, al igual que sus fuentes de ingreso. Junto al régimen de Daniel Ortega escarbó el siempre vivo "sueño" del Canal Interoceánico entre la ciudadanía nicaragüense, en la región centroamericana e incluso en Asia Oriental. Tras su eufórico lanzamiento, el proyecto consiguió prestigio en lugares como China, atrayendo inversionistas para su ejecución, y nuevos negocios para Xinwei Group. Se prometió mucho, más allá de un canal de 278 KM de largo. Una zona de libre comercio en Brito, a 20 kilómetros de la cabecera departamental de Rivas; 50 mil nuevos empleos para la etapa de construcción y más de 200 mil nuevos puestos de trabajo para su etapa de operación; una zona de oficinas financieras; 25 mil millones de dólares en comercio para el año 2030; y muchísimos "beneficios" para enfrentar la paupérrima situación que se vive en Nicaragua.

Y para todo eso y más, Xinwei Group creó en el 2012, con USD $1,290 dólares de capital, una nueva empresa privada. HKND Group (Hong Kong Nicaraguan Development). Concesionaria que supervisaría la construcción del canal interoceánico y que obtendría los derechos de su uso durante 100 años. Y la meta era cumplir el sueño en cinco. En el camino, investigaciones realizadas por medios como Confidencial demostraron que HKND Group estaba ligada a otras organizaciones de maletín creadas por Jing, que poco a poco diluían la "responsabilidad del concesionario con el Estado nicaragüense". "Está comprobado, además, que la flamante HKND con sede en Hong Kong, en realidad vendió sus acciones a otra empresa de Wang registrada en Beijing, donde reside el eje de poder del concesionario, y que el mayor activo de este millonario que se presenta como empresario privado sin nexos con el gobierno chino, es la empresa de telecomunicaciones Xinwei, cuyo principal cliente no son los centenares de millones de chinos que demandan servicios de telefonía celular, sino el poderoso Ejército Popular de Liberación de China y sus proyectos especiales de comunicación", escribió el periodista Carlos Fernando Chamorro en el epílogo de diversos trabajos de investigación sobre el tema.

Lo poco que se sabía sobre HKND Group apareció en investigaciones independientes, y gracias a ellas las cosas fueron encajando. La viabilidad de este piloto con tan gran magnitud era dudosa y su origen mismo estaba cimentado en operaciones fraudulentas e ilegitimas.

Mientras el Gobierno generó movimientos sigilosos, que incluso violentaron la Constitución Política de Nicaragua, con el paso del tiempo de Xinwei Group y Wang Jing se fue sabiendo cada vez menos, a parte de las telarañas corporativas y conexiones militares.

De 2014 a 2015, y luego a finales de 2016. La fecha para el inicio de las obras del canal fueron pospuestas mientras más científicos iban recomendando "detener el proyecto" ya que tiene graves riesgos medioambientales, económicos y sociales. Muchos de esos riesgos fueron denunciados por uno de los más grandes dolores de cabeza de la pareja presidencial: el Movimiento Anti-Canal.

LA LUCHA

El Movimiento Campesino surgió en 2013 y su lucha tenía como objetivo no permitir la expropiación de tierras que se encontraban en la ruta del canal.

El Movimiento Campesino encabeza una marcha nacional contra el proyecto del canal en Nicaragua el 13 de junio de 2015 en Juigalpa. Tres de sus líderes se encuentran detenidos desde el 05 de julio de este año | Fotografía de AP por Esteban Félix

Durante años, más de 100 marchas, en varias partes del país, exigiendo un alto al proyecto canalero y la derogación de la Ley N° 840, Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense Atingente a el Canal, Zonas de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas. ¿Por qué tanta determinación? Debido a que el Estado de Nicaragua se comprometió, a través de un contrato y la Ley N° 840, a lo siguiente:

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Por la continuidad de esa batalla social y territorial, y por otras razones políticas ligadas al estallido social de 2018 en Nicaragua, el régimen Ortega-Murillo detuvo ilegalmente a tres líderes del Movimiento Campesino, uno de ellos aspirante a la Presidencia para los comicios de este 07 de noviembre.

Pedro Joaquín Mena Amador, Freddy Navas López y Medardo Mairena Sequeira se encuentran detenidos desde el 05 de julio de este año y forman parte de los 39 rehenes electorales capturados por la Policía, controlada por el oficialismo. Debido al proyecto canalero, al aumento de las violaciones a los derechos humanos y a la persecución constante y creciente en contra de líderes y movimientos opositores a Daniel Ortega, varios líderes y lideresas del Movimiento Campesino fueron forzados a desplazarse, e incluso han sido asesinados.

La legislación sigue vigente, al igual que el contrato. Sus potestades pueden ser reclamadas en cualquier momento y la denuncia del movimiento social, ahora también desde el exilio, sigue siendo la misma.

LA ESTAFA

Según un informe de NetEase Finance, Xinwei Group organizó negocios en Camboya, Rusia Tanzania y Nicaragua, basándose en un modelo fraudulento. Como prueba de ello, el diario The Epoch Times asegura que en septiembre de 2013 la empresa presidida por Jing anunció una "cotización fantasma" de Beijing Zhongchuang Telecom Test por un monto total de USD $4 mil millones de dólares para el proyecto nicaragüense.

Tras la desaparición del canal de la mirada pública, el sitio web de HKND Group desapareció, Jing no siguió visitando el país, pero su empresa siguió utilizando contextos e ideas internacionales para captar la atención de aún más público e inversionistas, y así recuperar capital perdido a lo largo de los últimos años, según medios locales. Nuevos prestamos, más publicidad para proyectos sin futuro y documentos falsificados para continuar en la bolsa de valores. Así fue creciendo la estafa.

Xinwei Group, Wang Jing y todo su engranaje de asociaciones siguieron prometiendo más y más. La construcción de un puerto de aguas profundas en Crimea, una zona en medio del conflicto marítimo entre Rusia y Ucrania; la fundación de empresas como Beijing Skyrizon Aviation, sancionada por los Estados Unidos de Norteamérica; e incluso la construcción de una red espacial.

Y no se puede olvidar el famoso satélite que también prometió el mandatario Ortega en Nicaragua. Se esperaba que HKND Group también manejara el astronáutico proyecto. Y a HKND Group hay ligadas otras 15 sociedades, cinco de ellas en las Islas Caimán, siete en Holanda y una en Beijing. No solo parece ser un proyecto comercial, y hasta uno geopolítico. Es una estafa sostenida en empresas con capitales absurdos, en lugares en donde Nicaragua dudosamente tenga algún interés como Estado.

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En marzo de 2020 las acciones de Xinwei Group perdieron más del 45 % de su valor, mientras que el 12 de julio de 2019 su comerció fue anulado tras 900 días de suspensión. Sina Finance, un medio local en China, asegura que unos 150,000 accionistas están en un "inmenso sufrimiento" tras estás caídas y los varios proyectos fallidos tras los números.

EL ESTAFADOR

La última ocasión que se vio a Wang Jing en Nicaragua fue el 22 de diciembre de 2014, hoy hace casi siete años, mientras inauguraba en Brito, Rivas, el supuesto "inicio de las obras del Canal”. No hubieron negociaciones con el Movimiento Campesino o con empresas locales para las obras. Ni maquinarias o carreteras. Ni transparencia en el proceso para capitalizar el proyecto. Ni edificios, trochas, puertos, fábricas o zonas de libre comercio. Jing no hizo nada.

Para el presente trabajo fue imposible rastrearlo. Se desconoce su paradero. Pero en menos de 6 años logró hacer perder a Xinwei Group millones de dólares, eliminando a dicho "gigante" de las listas de popularidad.

Arturo Cruz, exdiplomático en Estados Unidos y precandidato a la Presidencia para los comicios de este 2021, encarcelado por el régimen de Ortega el 05 de junio, aseguró en una entrevista que Jing tiene una "personalidad recia" y que cuenta con el "don de mando". "La insistencia del empresario Wang Jing es que la obra se estaría iniciando --en el escenario ideal-- a finales de 2014. Obviamente, no estoy en capacidad para ratificar la fecha indicada, salvo decir que los ritmos de las empresas chinas, son más intensos que los nuestros", dijo en octubre de 2013.

La imagen del ahora rehén político durante un viaje a China, junto a una delegación del Gobierno, es la única fotografía que existe relacionada con el megaproyecto nicaragüense y un vehículo de esta magnitud.

Junto a Cruz en esa delegación iban José Adán Aguerri, expresidente del COSEP -también detenido en los últimos meses-, el diputado Edwin Castro y Laureano Ortega | Fotografía de La Prensa / Archivo

Según información publicada en mayo por el China Securities Journal, tras su informe anual de 2020, Beijing Xinwei Technology Group y su presidente, Wang Jing, recibieron sanciones disciplinarias de la Bolsa de Valores de Shanghai, terminando así la cotización de las acciones de la empresa e inhabilitando a Wang para desempeñar cualquier función administrativa en las empresas que cotizan en bolsa durante 10 años. Muerte financiera podría llamarse.

Tras la imposición de las sanciones, los activos del Grupo Xinwei cayeron a 2,300 millones de dólares negativos y crearon una importante agitación financiera para más de 100,000 de sus accionistas, causando incluso la supuesta venta de su edificio en el parque empresarial Zhongguancun de Pekín.

Vista aérea de las oficinas de Xinwei Group en Pekín, según la dirección proporcionada en su sitio web oficial | Captura de Baidu Map por Coyuntura

Según una publicación local, el edificio estuvo en venta durante varias horas en una web de subastas pero nadie presentó una oferta para comprar las instalaciones. Esa es la cede de operaciones de Xinwei Group, la matriz de todas las empresas de Jing, entre ellas HKND Group, según su propio sitio web.

Instalaciones de Xinwei Group

El pasado mes de mayo Jing fue penalizado por la Bolsa de Valores de Shangai (SSE por sus siglas en inglés) junto a Xinwei Group.

"Se alega que Wang ha desaparecido después de prometer el 35 por ciento de sus acciones del Grupo Xinwei a las principales compañías financieras y de valores de China, incluidos el Banco de Desarrollo de China y el Banco Shengjing", cita la periodista Julia Ye en The Epcoh Times.

LOS ESTAFADOS

El Gobierno de Nicaragua aún no informa sobre esta situación que involucra a un megaproyecto en el país, y por el cual se aprobaron legislaciones que generaron el descontento de la ciudadanía, el exilio de líderes campesinos y evidentes actos de corrupción.

Laureano Ortega, asesor de la Presidencia e hijo de la pareja gobernante, fue el encargado de gestionar las reuniones entre el Estado y Wang Jing | Fotografía de la Presidencia de Nicaragua

Se desconoce donde está la Gran Autoridad del Canal: Telémaco Talavera. Y tampoco es que Ortega hable mucho del tema. Quizás también se sienta estafado. Lo fue. Wang Jing lo estafó. Wand Jing estafó a Daniel Ortega. O sencillamente el autócrata quiere seguir ocultando sus ineptas gestiones. A Talavera se le vio por última vez en un evento organizado por la empresa tecnológica Comtech en septiembre de 2020. No continúo siendo la voz del megaproyecto. Él y Laureano Ortega, hijo de la pareja gobernante y asesor de la Presidencia, fueron dos de los principales impulsores de la osada idea. De hecho fue Laureano el encargado de gestionar las reuniones iniciales entre el Estado de Nicaragua y Wang Jing. Ahora las prioridades del hijo predilecto son otras: capilares.

¿Y quiénes fueron estafados realmente en este enredo de ilusionistas e ilusiones? La ciudadanía y la patria. La soberanía del país sigue en juego debido a que el contrato del megaproyecto canalero sigue vigente y sus repercusiones están ahí, justo al filo de la navaja.