La crisis política en Guatemala ha generado una serie de manifestaciones en todo el país. Líderes indígenas, estudiantes, comerciantes, la clase trabajadora y activistas han salido a las calles exigiendo la renuncia de Consuelo Porras, Rafael Curruchiche y Freddy Orellana, a quienes acusan de atentar contra la democracia. Mientras tanto, el amparo presentado por Arévalo busca específicamente que se deje sin efecto todo lo actuado de manera ilegal e inconstitucional por parte del Juzgado Séptimo Penal, en complicidad con la fiscal general, el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) y las agentes fiscales Cinthia Monterroso y Leonor Eugenia Morales Lazo. Además de buscar la destitución de estos funcionarios, Arévalo también pide que se ordene a Porras, Curruchiche y Orellana abstenerse de tomar medidas que afecten la pureza del proceso electoral y la efectividad del sufragio.
Por Jairo Videa y Juan Daniel Treminio | @CoyunturaNic
Ciudad de Guatemala, Guatemala
En una jornada que quedará marcada en la historia política de Guatemala, el presidente electo Bernardo Arévalo convocó a cientos de guatemaltecos para presentar un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ). En un discurso cargado de emotividad y compromiso con la democracia, Arévalo, máximo representante del partido político Movimiento Semilla, denunció una vez más lo que él y sus cercanos consideran un intento de "golpe de Estado" orquestado por la fiscal general Consuelo Porras y otros funcionarios del Ministerio Público (MP).
La tarde del lunes 18 de septiembre de 2023 se convirtió en un símbolo de la lucha por la democracia en el país centroamericano. Entre vuvuzelas, abrazos, encuentros, risas y consignas, Bernardo Arévalo, acompañado por su compañera de fórmula, la vicepresidenta electa Karin Herrera, y respaldado por una multitud de ciudadanos sin precedentes, se dirigió a la sede de la CSJ en Ciudad de Guatemala, en un acto sin precedentes en la historia reciente de la nación.
Arévalo, que obtuvo una victoria aplastante en las elecciones del 20 de agosto con la promesa de combatir la corrupción y restaurar la confianza en las instituciones guatemaltecas, llegó a la CSJ con un claro mensaje: defender la democracia y el derecho del pueblo a construir un mejor futuro. "Sicarios judiciales". "Qué renuncien". "Quieren robarnos la primavera". "Con decisión, la patria vencerá". Fue un acto nutrido, bullicioso y lleno de historias.
"Estamos acá y seguiremos estando hasta que la vida nos lo permita. Porque no hay nada más importante que defender el futuro de nuestra tierra y nuestra gente", dijo a la Redacción de COYUNTURA la ciudadana Yuri Romero, de 75 años de edad. Asistió a la Plaza de los Derechos Humanos en la capital guatemalteca junto a su esposo. Ambos, a pesar de su avanzada edad, dicen sentirse "felices de ver y ser parte del cambio" que encabeza Arévalo y Semilla.
El presidente electo, en su discurso ante la multitud, denunció las acciones del MP, encabezado por Porras, como un intento de "golpe de Estado" que amenaza la estabilidad democrática de Guatemala. Arévalo afirmó que están siguiendo los procesos de acuerdo con la ley guatemalteca y que están recurriendo a los mecanismos posibles para proteger los derechos de las y los guatemaltecos y restablecer la tranquilidad en el país.
Una de las principales preocupaciones de Arévalo es el reciente allanamiento de las sedes del Tribunal Supremo Electoral (TSE), donde se abrieron cajas electorales. Según el presidente electo, estas acciones ponen en duda y en riesgo el proceso electoral guatemalteco y socavan la democracia al afectar los derechos de las y los ciudadanos que expresaron su voluntad de manera libre y soberana en las urnas.
"Necesitamos que haya un verdadero Estado de Derecho", dijo Rodrigo Salguero, presidente del Consejo Nacional Empresarial, quien acompañó a Arévalo, Herrera y a los diputados y miembros de Movimiento Semilla en el escenario principal de este lunes.
La comunidad internacional también ha mostrado interés en la situación de Guatemala. Arévalo anunció que se reunirá otra vez con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en los próximos días, y destacó que la OEA ha expresado preocupación por lo que está ocurriendo en el país. La OEA se encuentra en medio de una fuerte tensión con el Ministerio Público, esto debido a que ha señalado que se está vulnerando el orden legal y que esto constituye una amenaza contra la democracia, lo que ha llevado a la organización a actuar en el marco de la Carta Democrática Interamericana para examinar la situación.
Es importante mencionar que tanto Consuelo Porras, Rafael Curruchiche y Fredy Orellana están incluidos en una lista elaborada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (EE.UU.) de personajes "corruptos y antidemocráticos" en Centroamérica. Esto ha aumentado la presión sobre las autoridades guatemaltecas y ha generado un amplio apoyo ciudadano a la denuncia de Arévalo.
Con los celulares iluminando la jornada, cientos de personas gritaron más de una vez de forma unísona: "Consuelo, cerota, el tiempo se te agota".
Horas antes de la presentación del amparo, líderes indígenas, estudiantes y otros activistas se manifestaron en varias ciudades de Guatemala exigiendo la renuncia de Porras y otros fiscales cuestionados, así como del juez Orellana. En la capital, cientos de indígenas de Totonicapán marcharon para exigir la salida de la fiscal general. Y las manifestaciones continuarán durante esta semana y lo que queda del mes de septiembre. Es posible incluso que se genere el cierre de carreteras y aeropuertos, según informaron fuentes de dicha comunidad al equipo de COYUNTURA.
El ascenso de Bernardo Arévalo al poder ha generado temores entre poderosos sectores políticos y empresariales debido a su promesa de luchar frontalmente contra la corrupción. La semana pasada, Rafael Curruchiche dirigió un polémico allanamiento en el Centro de Operaciones del Proceso Electoral (COPE), ubicado dentro del Parque de la Industria, en Ciudad de Guatemala, lo que llevó a EE.UU. a calificarlo como "un ataque al proceso democrático".
La respuesta del MP no se hizo esperar, rechazando categóricamente las acusaciones de Arévalo sobre un "golpe de Estado" orquestado desde la institución. Sin embargo, el presidente electo insiste en que las acciones del MP representan una amenaza a la democracia y están diseñadas para socavar el proceso electoral y sus resultados.
"Quedan cuatro meses (para la transición del Ejecutivo) de lucha. Aquí estaremos", dijo Arévalo. "Cambiar un país es una tarea histórica", agregó al caer la noche de este lunes.