Este es un recorrido personal a través de la vida digital del hijo más extravagante y comunicativo de la familia dictatorial de Nicaragua. La Redacción de COYUNTURA exploró las publicaciones realizadas en la cuenta personal de X de Juan Carlos Ortega Murillo durante los últimos seis años, documentando su fascinación por la cultura pop, el contenido anglosajón y los "toques" de música rock. Esta travesía permitió, además, identificar algunas verdades sobre su entorno, incluyendo las tradiciones familiares, la dinámica en la oficina de su "pap" e incluso las conversaciones cotidianas en la mesa.
Por Jairo Videa | @JairoVidea
Managua, Nicaragua
¿Se imaginan analizar su propia cuenta de X (antes Twitter) y detallar su comportamiento en los últimos seis años? Tuits, retuits, "me gusta", seguidores, multimedia, memes y hasta discusiones. La sorpresa que se pueden llevar es considerable. Y así es en el caso del perfil de Juan Carlos Ortega Murillo, cuarentón de la familia dictatorial de Nicaragua. Su cuenta en la red social digital, propiedad del multimillonario Elon Musk -a quien sigue y parece comprender o admirar-, es sin duda su carta de presentación como miembro orgulloso de la generación "millenial". Pero, como sabemos que Juan Carlos debe tener una agenda muy apretada y llena de conciertos televisivos que ver, la Redacción de COYUNTURA se dio a la tarea de profundizar en sus datos digitales. Para entenderlo. Para conocer su papel en la familia y cómo funciona el clan desde adentro.
Amante de los perros, la playa, Ernesto el "Che" Guevara y The Simpsons, tanto a color como en blanco y negro. Desde casa o en las calles del territorio nacional. Con memes, comunicados y reflexiones personales. Poeta y rockero. Fanático del anime, especialmente de One Piece, un manga escrito e ilustrado por el mangaka japonés Eiichirō Oda. Dividido entre lo personal, un par de actos públicos en los últimos años y los discursos digitales destinados a fortalecer la narrativa oficialista del régimen sandinista que dirigen sus padres.
El contenido de Juan Carlos, el quinto de 10 hijos del mandatario Daniel Ortega y su esposa y copresidenta Rosario Murillo (incluyendo a los adoptados), refleja sus múltiples facetas y ocupaciones. Es director de Difuso Comunicaciones, una millonaria empresa de publicidad y contenido; también lidera Telenica Canal 8 (TN8), la Rock FM, Radio 1 y el Canal 22. Su inclinación hacia la retórica guerrillera de su padre lo distingue de otros miembros de la familia, como sus hermanos Laureano, Daniel Edmundo y Camila, quienes tienen un perfil más distinguido y mediático, pero menos personal y directo. Sin embargo, según fuentes consultadas por el equipo de COYUNTURA, cercanas a estos espacios de propaganda oficialista, todos, incluido Juan Carlos, deben obedecer las órdenes de la "matriarca" de la familia, quien seguramente dicta directrices incluso sobre qué publicar o no en los perfiles digitales de sus funcionarios y descendientes.
Para esta investigación, se convirtió el contenido y las publicaciones de Juan Carlos en un diario de cifras y datos referenciales. A través de este análisis, no solo se documentó cuántas veces el descendiente de Sandino ha compartido su plato de almuerzo o cena (un total de 25 fotografías, con guisados y asados como favoritos), sino también se ilustró la vida de la familia Ortega Murillo dentro de la fortaleza en la que viven, en el corazón de Managua, con lujos diarios que la gente común no puede permitirse ni una vez al mes, y con varias festividades celebradas por dicha estirpe, en el poder desde 2007.
Los detalles generales de la cuenta de Juan Carlos
Aunque esta documentación comienza el jueves 19 de abril de 2018, cuando estallaron las protestas ciudadanas en Nicaragua contra las reformas impuestas por la administración sandinista para enfrentar la prolongada crisis del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el hijo de Ortega y Murillo ya publicaba regularmente sobre sus opiniones, actividades y eventos desde septiembre de 2017. Su cuenta en la red social, creada el viernes 05 de julio de 2013, acumula 11,668 seguidores y 14,348 publicaciones hasta el cierre de este texto. En sus primeros años, sus publicaciones incluían con mayor frecuencia contenido sobre comida, presentaciones musicales y eventos organizados por los medios de comunicación que dirige. Sin duda, su actividad en redes sociales era mucho más intensa al principio. Ahora, en buen léxico nicaragüense, "le ha bajado el gas".
Cuando estalló la crisis en Nicaragua, esto fue lo primero que publicó Juan Carlos en su entonces Twitter, justificando las inoperables reformas al INSS ordenadas por Daniel Ortega, con varios días ya de protestas en diferentes partes del país centroamericano:
El lunes 16 de abril de 2018, la administración sandinista anunció una serie de reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), presentadas por Roberto López, presidente del Consejo Directivo del INSS, con el supuesto propósito de "salvar" a la entidad de su grave crisis financiera. Estas medidas, adoptadas unilateralmente y anunciadas en una conferencia de prensa con la asistencia exclusiva de simpatizantes oficialistas, incluían un aumento en las contribuciones de los trabajadores al sistema, elevando el porcentaje de Seguridad Social descontado de sus ingresos. El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), eliminadas por el oficialismo en marzo de 2023 y agosto de 2024, respectivamente, se opusieron firmemente a los cambios, que también incluían un incremento en la contribución del empleador, pasando del 19 % al 22.50 %.
La administración Ortega-Murillo justificó estas reformas como necesarias para asegurar los derechos de trabajadores y pensionados. Sin embargo, analistas y expertos en seguridad social señalaron que la medida solo buscaba recaudar fondos sin abordar las raíces de los problemas financieros provocados por años de mala administración. Estas reformas llegaron en un contexto de creciente descontento social, exacerbado por la crisis medioambiental en la Reserva de Biosfera de Indio Maíz. Ante la publicación de estas reformas en La Gaceta - Diario Oficial el 18 de abril de 2018, a pesar de la clara oposición ciudadana, la población en general, pensionados y jóvenes autoconvocados se movilizaron rápidamente. Desde el jueves 19 de abril de aquel año, se comenzaron a organizar protestas contra el Estado, exigiendo responsabilidades para quienes llevaron al INSS a la crisis y la derogación de las medidas.
Días después, cuando los cuerpos de la Policía de Nicaragua y fuerzas paramilitares empezaron a reprimir las manifestaciones de manera brutal y descarada, Ortega Murillo hizo un "llamado" al "amor y la paz", asegurando que el amor "supera al odio".
Al sábado 19 de mayo de 2018, según documentación de COYUNTURA, ya se registraban al menos 60 personas asesinadas, unas 200 heridas y varios desaparecidos en el contexto de las manifestaciones que se extendieron por todo el país centroamericano. Para el lunes 23 de abril, las protestas ya no solo eran contra las reformas del INSS, sino también por la violencia estatal. El viernes 27 de aquel fatídico mes, en varias localidades del país se realizaron homenajes en honor a las víctimas de la represión. Sin embargo, en X, Juan Carlos llamaba a "no dejarnos cegar por sentimientos de odio". "Se lo debemos a la Patria", escribió el lunes 30 de abril de 2018.
Las y los desplazados comenzaban a ser una evidencia más de la crisis. Detrás del "escenario" se encontraba la política partidario-institucional de siempre. Entre uno que otro GIF y, curiosamente, ninguna noticia compartida, desde abril hasta agosto de 2018, Juan Carlos publicó varios comunicados, en su mayoría estatales, pero también de la iglesia católica y la llamada "Mesa de Diálogo" oficialista.
Entre los comunicados que compartió figuran declaraciones de instituciones sandinistas, notas aclaratorias de la Policía Nacional, una "prueba" sobre la supuesta corrupción en lo que era el Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO), y publicaciones del Ejército y el Banco Central de Nicaragua (BCN). "El 'chavalo' -si es que todavía le podemos decir así- siempre estuvo y está en la jugada. Dando su granito de arena en la apuesta virtual del régimen sandinista", comentó "Michelle", filóloga y especialista en comunicación digital, a quien llamaremos así por razones de seguridad. "Se considera literalmente una estrella, dándonos paseos por la casa de Augusto Sandino (18 de mayo de 2020), expresando su 'honesta' opinión como usuario de internet e impulsando apoyo a su papá desde un movimiento que él mismo dirige, en el que están involucrados solo sus amigos y seguidores más devotos", agregó.
Entre selfies, poemas y multimedias contando chistes de tres en una escala del uno al diez, la huella digital de Juan Carlos genera reacciones diversas entre la sociedad civil nicaragüense, la ciudadanía en general y otros círculos de poder, tanto cercanos como exiliados. Hay contenido, hay provocaciones, y también un porcentaje de personalidad considerablemente alto, tomando en cuenta el volumen de publicaciones analizadas.
Actualmente, Juan Carlos Ortega Murillo publica entre cuatro y nueve actualizaciones por semana en promedio. Los días más activos en su cuenta de X durante 2024 fueron entre el 05 y el 11 de marzo, aunque solo escribió dos publicaciones originales en ese período. Ambas fueron sobre el fallecimiento de Akira Toriyama, creador de la serie Dragon Ball, Dr. Slump, Dragon Quest, Chrono Trigger, entre otros animes y videojuegos de impacto global. Durante esos días, además, republicó al menos 23 publicaciones de otros usuarios. "Y sí, sin Akira Toriyama el mundo hubiera sido aún más gris", escribió el sábado 09 de marzo de 2024 a las 03:41 p.m.; "Y sin Akira Toriyama, nunca jamás hubiera existido el fenómeno One Piece", agregó cinco minutos después. Todo un fanático.
La cuenta de Juan Carlos alcanzó gran relevancia entre abril y octubre de 2018, consolidando más de 1,000 seguidores en ese periodo. Tuvo otro pico de popularidad en noviembre de 2019, y luego momentos destacados en julio de 2021 y abril de 2022. Sin embargo, desde julio de 2022, aunque ha ganado algunos seguidores, también ha registrado una pérdida constante de al menos seis semanales. A la fecha, su hermano Laureano Ortega Murillo es más popular en la plataforma, con más de 40,800 seguidores.
Entre septiembre de 2023 y noviembre de 2024, Juan Carlos perdió 150 seguidores y comenzó a seguir 32 nuevas cuentas. Su actividad, especialmente en forma de republicaciones, también ha aumentado. Durante ese periodo, realizó 436 actualizaciones, mucho más que en todo 2018, cuando no publicó ni 200 veces. Su máximo histórico de seguidores, 12,033, ocurrió en algún momento previo. El mejor mes para su cuenta fue julio de 2021, cuando sumó más de 350 seguidores nuevos y alcanzó unas 100,000 cuentas. En ese mes, compartió contenido relacionado con historia, una carta del sandinismo al Papa Francisco y otra de Luiz Inácio Lula da Silva -antes de asumir su actual administración en Brasil- en conmemoración del 19 de julio. También publicó imágenes personales y momentos del detrás de cámaras de la conmemoración de la Revolución Ciudadana de 1979; una fotografía de su mamá, otra de su papá, y la lista del cuarto y hasta ahora último álbum publicado por su propia banda en 2023, titulado también Ciclo, con un total de 13 canciones.
"Salgamos de esta jaula de infecciones que en nuestros corazones han querido colocar. Abandonemos estos gritos de dolores; reconstruyamos el amor una vez más. Una vez más, que nuestras manos cosechen en paz. Que la cizaña se marchite ya", cita Urge la Paz, al mejor estilo oficialista. En una pista antes, Rebelión, se canta: "La rebelión en América Latina. Unidos venceremos, América Latina. El enemigo es el mismo de antaño, y su codicia que no mide daños".
Julio de 2021 en el X de Juan Carlos Ortega Murillo:
Si observamos con más detenimiento la cuenta de X de Juan Carlos, podemos notar a quiénes pone atención el régimen sandinista. El joven se tomó en algún momento muy en serio la tarea de responder a los comentarios y acusaciones que no dejan de surgir en sus publicaciones. Uno de los momentos más notables fue su enfrentamiento en diciembre de 2018 con el periodista desnacionalizado y exiliado Wilfredo Miranda, desplazado debido a la persecución estatal por su trabajo en los medios independientes Confidencial y Divergentes.
Juan Carlos sigue a 1,307 cuentas, incluidas las de Miranda y otros periodistas nicaragüenses como Eduardo Enríquez, Cindy Regidor y Lucia Pineda Ubau. También sigue cuentas de propaganda del recién reelecto presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.), Donald Trump, y a su vicepresidente, James David Vance; además de Apple Films, McDonald's, History Latinoamérica, Ibai (creador de contenido español y jugador en línea), Netflix Tudum, LogosNicas y al presidente de Argentina, Javier Milei. Entre las cuentas que sigue también están Helena Villar de RT, la empresa cinematográfica estadounidense A24, varios gestores digitales sandinistas, Kevin O'Reilly (encargado de negocios de EE.UU. en Managua), Visión Policial, las cuentas oficiales de los canales estatales 4, 8 y 13, el comediante, actor y director Marlon Wayans, Ayatolá Jameneí (líder supremo de Irán), Claudia Sheinbaum Pardo (presidenta de México), Joe Rogan (cómico, exdeportista, comentarista de artes marciales y podcaster) y diversas cuentas sobre actualizaciones de Palestina, el Ejército iraní, series, películas, premiaciones de videojuegos y animes.
Por otra parte, al analizar métricas y reacciones mediante un sistema de pago, las estadísticas de sentimientos reflejan que las publicaciones de Juan Carlos en el período documentado generaron un 34 % de impresiones positivas, frente a un 63 % de negativas, un 2 % de neutrales y un 1 % de indiferentes.
"Vergüenza", "dictadura", "hijo", "compañero", "basura", "rata", "revolución", "imperialismo", "ladrón", "sapo" y "cuidado" son los términos más usados por otros usuarios en sus respuestas a las publicaciones realizadas por Juan Carlos. El último es particularmente frecuente en comentarios sobre fotografías compartidas por el sandinista, donde aparece su padre, José Daniel Ortega Saavedra, junto a menores de la familia presidencial, usado a modo de "advertencia". "Perro que come huevo ni que le quemen el pico", escribió en enero de 2022 una cuenta no identificada sobre una fotografía en blanco y negro de Ortega junto a, probablemente, uno de sus nietos, publicada por Juan Carlos el 01 de enero de 2022 a las 6:58 p.m. en X.
Al sandinista, que se autodenomina heredero y descendiente de Augusto César, le gusta mucho ver televisión y escuchar música. Entre sus programas y películas favoritas se encuentran: BoJack Horseman, How I Met Your Mother, Mafalda, SpongeBob SquarePants, South Park, Saint Seiya, Futurama, Back to the Future, Bridesmaids, Adventure Time, The Sopranos, The Office, Star Wars, Batman, Kimitachi wa Dō Ikiru ka, Breaking Bad, Looney Tunes y muchos otros títulos.
Nirvana, Led Zepellin y Gorillaz figuran entre sus bandas preferidas para desahogarse. Sus plataformas favoritas para consumir contenido son Netflix, Max y Disney+, con una marcada preferencia por producciones "hechas en EE. UU.".
La dieta de Juan Carlos
La dieta de Juan Carlos es un auténtico festín de colores y sabores, con una frescura que pocos nicaragüenses pueden darse el lujo de experimentar con regularidad. Como guitarrista y líder de la banda de rock Ciclo, con 761 oyentes mensuales en Spotify, su vida está llena de energía y creatividad, lo que también se refleja en su alimentación: carnes de todo tipo, guisados, sopas, y platos tradicionales y exóticos, como nacatamales, tacos, pescado, ostras, pastel de carne y sopa de mondongo. Además, el chile y los dulces no faltan en su plan, y disfruta ocasionalmente de la cerveza bien fría. Sin embargo, detrás de estas elecciones culinarias, también hay una realidad que contrasta marcadamente con la dieta de la mayoría de nicaragüenses.
Mientras que Juan Carlos explora una gama de sabores y texturas, el nicaragüense promedio enfrenta limitaciones significativas para acceder a una dieta similar. Con un salario mínimo que va de los 5,721.17 córdobas (155 dólares) a los 12,803.47 córdobas (347 dólares), muchos trabajadores apenas pueden costear los productos básicos de la canasta completa, que cuesta ya más de 20,000 córdobas (540 dólares). Para aquellos que ganan el mínimo o menos, opciones como las ostras, el pescado fresco, y otros platos variados y ricos en proteínas pueden ser prácticamente inalcanzables, o a lo mucho de una vez a la semana, o al mes. En lugar de ello, la dieta diaria se compone principalmente de maíz y otros granos, complementados con alguna carne, enlatado o vegetales cuando el presupuesto lo permite.
Esta diferencia alimentaria también se ve impactada por la inflación, que en los últimos años ha incrementado el costo de la carne, frutas y verduras frescas, limitando aún más el acceso de los hogares de bajos ingresos a una alimentación variada, similar a la de Juan Carlos.
La alimentación de Ortega Murillo, muy hogareña por cierto, es en cierto modo, un reflejo del acceso que tiene a una diversidad gastronómica inusual, al menos para la mayoría de la población. Mientras él explora con ingredientes exóticos y combinaciones únicas, muchos nicaragüenses sobreviven solo con arroz y frijoles, porque ya ni para el queso diario alcanza.
Economistas centroamericanos consultados por este medio sugieren que la imagen proyectada mediante estos platos -muchas veces exóticos y costosos para el promedio- representa no solo un nivel económico, sino también una especie de "estatus aspiracional". Esto se alinea con el concepto de "simulacro" de Jean Baudrillard, en el que lo compartido en redes sociales digitales se convierte en un símbolo que representa poder, influencia y una distancia social frente al público que lo observa. Baudrillard hace referencia a una representación o imagen que sustituye la realidad y acaba siendo percibida como más real que lo real, al mejor estilo del sandinismo, que sigue empujando una narrativa paralela al autoritarismo físico e institucional que se vive en Nicaragua.
En este sentido, las publicaciones en X, Facebook, Instagram o cualquier otro espacio digital pueden convertirse en un "simulacro" de la vida de quienes publican, presentando una versión idealizada o hiperreal que puede influir en cómo los demás interpretan el estatus, el éxito o la realidad de esa persona. Porque para la élite económica de ahora en el país centroamericano, de la cual claramente Juan Carlos es parte, este estilo de vida es la meta. La aspiración colectiva.
Los escenarios que ve el ojo de Juan Carlos
El perfil de X de Juan Carlos revela mucho más que simples imágenes. A través de sus publicaciones, se puede trazar una ruta visual de los escenarios que componen su vida pública y privada, desde estudios de grabación y estadios emblemáticos de Nicaragua, hasta paisajes de Cuba, país donde sus viajes son posibles gracias a los únicos lazos políticos e ideológicos que los sancionados como él pueden mantener. Así y todo, su mirada no se limita a lugares de poder, sino que abarca también las calles de su país y algunos eventos y escenarios en los que la conmemoración oficialista se hace visible, como una especie de retórica visual del régimen que fomenta, adula y vive. Perros en la calle, momentos en familia, decoraciones en el hogar, la Purísima, el Año Nuevo y hasta el recalentado.
Entre las imágenes más frecuentes, destaca el uso de fotografías en blanco y negro, creando un efecto atemporal que acentúa el contraste entre el pasado y el presente. Este recurso visual se usa con frecuencia, como un filtro de nostalgia o, tal vez, como una forma de evadir los detalles concretos de los escenarios políticos y económicos en los que se mueve. "Un reflejo de la atmósfera nostálgica que fecundan y promueven, porque viven en el pasado pero con los lujos que permite el presente", señaló Michelle.
Otro de los elementos más interesantes de su perfil es la intersección entre lo público y lo privado. En sus fotos, el hogar de Juan Carlos es digno escenario de análisis; deja ver el gusto por elementos personales, como esculturas, altares, paredes decoradas, grandes televisores y, en particular, las mascotas y las virgenes, que hablan de la simpleza y hasta religiosidad que aparenta su familia al momento de reunirse, una vida fuera de las complejidades del poder. A través de estos detalles, se pueden observar aspectos de la vida cotidiana de un Juan Carlos casi siempre sonriente, que, aunque pertenecen a la esfera privada, a menudo se mezclan con la grandeza política e institucional que exige la imagen pública, y su caso particular, al ser asesor con rango de ministro e hijo de un matrimonio copresidencial acusado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de cometer crímenes de lesa humanidad como "parte de un plan para eliminar toda disidencia".
Además, las fotografías de amigos, pocas y dispersas, sirven como recordatorio de sus relaciones personales, las cuales mantiene en privado, pero también las presume, especialmente cuando hay música de por medio. Esa es otra de sus p